Dentro de las paredes de La Casa de los Famosos México, donde los secretos se susurran y las emociones se viven al límite, las confesiones no dejan de sorprender. No solo se han destapado alegrías y tristezas profundas, sino también experiencias que rozan con lo inexplicable, con ese mundo intangible que nos eriza la piel y nos deja sin aliento. Tal es el caso del escalofriante relato de Abelito, el influencer que ha conquistado a millones con su carisma, quien abrió su corazón para compartir una vivencia perturbadora: su estadía en una mansión embrujada.

Imaginen la escena: el jardín de La Casa de los Famosos México, un oasis de calma aparente en medio del torbellino mediático. Allí, bajo la mirada atenta de sus compañeros, Adrián di Monte, Elaine Haro, Guana, Mariana Botas y Aldo de Nigris, Abelito desgranó los detalles de su experiencia en una residencia ubicada en Naucalpan, anteriormente propiedad de un político, un lugar impregnado con la energía residual de rituales oscuros.

Con la maestría de un narrador nato, Abelito transportó a sus oyentes a esa mansión cargada de misterio. Desde el inicio, la remodelación de la casa, que también albergaba su disquera, destapó una serie de inquietantes hallazgos. En el tercer piso, un ático polvoriento guardaba celosamente objetos relacionados con la magia negra, herramientas de un mundo oculto que despertaron la curiosidad del influencer, quien, lejos de sentir miedo, documentó el descubrimiento con su cámara. Sin embargo, la aparente tranquilidad inicial pronto se disipó, dando paso a una serie de eventos inexplicables.

Las goteras persistentes, a pesar de las reparaciones, las constantes apariciones de nuevos espacios tétricos y deteriorados, eran solo el preludio de lo que vendría. La visita de la familia de su novia marcó un punto de inflexión: el llanto inconsolable de los bebés, como si una fuerza invisible los atormentara, obligó a Abelito a recurrir a una limpia con huevo, un ritual tradicional para purificar las energías negativas.

La atmósfera de la mansión se volvió aún más densa cuando la novia de Abelito, interesada en la religión yoruba, instaló un altar en un armario. Este acto pareció despertar una presencia latente, una energía palpable que activaba los sensores de movimiento de las luces, un fenómeno que no encontraba explicación lógica. Ante la creciente inquietud, Abelito pidió a su pareja que retirara el altar.

Los sucesos paranormales continuaron, cada vez más evidentes, no solo para Abelito, sino también para sus compañeros de trabajo, quienes percibían la energía de lo invisible. Finalmente, abrumado por la situación, el influencer decidió compartir su experiencia en un video, revelando al mundo el misterio que envolvía a la mansión. La historia de Abelito nos recuerda que existen realidades que escapan a nuestra comprensión, que hay misterios que se ocultan en las sombras, esperando ser revelados. Y en La Casa de los Famosos México, esas sombras parecen alargarse, susurrando historias que nos dejan con la piel de gallina.