
Inicio > Noticias > Entretenimiento
3 de agosto de 2025 a las 20:00
Un Adiós Difícil: Linet Puente y el Dolor de la Ausencia
El silencio en casa se hace ensordecedor. Una semana. Siete días que pesan como losas sobre el corazón de Linet Puente. Siete amaneceres en los que el sol entra por la ventana, pero no la encuentra la voz jovial de su padre, don Jorge Luis, instándola a levantarse para llegar a tiempo al noticiero. Ese ritual dominical, tan familiar, tan cotidiano, se ha transformado en un doloroso recordatorio de la ausencia. Un vacío que ningún despertador podrá llenar jamás.
La imagen de su padre, adelantándose al estridente sonido del reloj, queda grabada en su memoria como un preciado tesoro. Un gesto de amor paternal que trascendía la simple puntualidad. Era un cuidado silencioso, una protección constante que ahora, en su ausencia, se percibe con una intensidad desgarradora. "Gracias por cuidarme siempre, papito", escribe Linet en sus redes, palabras que apenas logran contener el torrente de emociones que la embargan. Un agradecimiento póstumo a ese hombre que fue su guía, su apoyo, su roble.
La noticia de su hospitalización, apenas unos días antes, cayó como un jarro de agua fría. Una influenza, aparentemente inofensiva, se transformó en una neumonía implacable que minó las fuerzas de don Jorge Luis, un hombre que a sus 72 años, aún se mantenía firme como un roble, como bien lo describió su hija. La batalla fue dura, intensa, llena de incertidumbre y angustia. Linet, su hermano y su madre, permanecieron a su lado, día y noche, aferrados a la esperanza de una recuperación. Un acompañamiento constante, un testimonio de amor incondicional que les permitió estar presentes hasta su último suspiro.
Si bien el dolor es inmenso, Linet encuentra consuelo en la certeza de haber estado junto a su padre en sus últimos momentos. Una despedida dolorosa, sí, pero también reconfortante, sabiendo que no estuvo solo, que el calor familiar lo arropó hasta el final. La solidaridad de sus compañeros de TV Azteca, las condolencias de amigos y colegas, las muestras de cariño que ha recibido a través de redes sociales, son un bálsamo en medio de la tempestad. Un recordatorio de que no está sola, de que la vida continúa, aunque ahora tenga un matiz diferente, un poco más gris, un poco más silencioso.
La partida de don Jorge Luis deja un hueco imposible de llenar en la vida de Linet, pero también un legado imborrable de amor, de dedicación y de fortaleza. Un legado que la acompañará siempre, como el eco de la voz de su padre instándola a levantarse cada mañana, a perseguir sus sueños, a vivir la vida con la misma pasión y entrega que él le enseñó. Y aunque el despertador ya no suene con la misma melodía, el recuerdo de su padre seguirá resonando en su corazón, un recordatorio constante del amor incondicional que la impulsará a seguir adelante.
Fuente: El Heraldo de México