
Inicio > Noticias > Noticias Locales
2 de agosto de 2025 a las 13:55
Pequeño ángel, víctima de tragedia vial
La tragedia que enluta a Vitória da Conquista, en Bahía, Brasil, ha conmocionado a todo un país. La imagen del pequeño Riquelme Novais Cerqueira, de apenas un año y nueve meses, jugando en la calle un lunes por la tarde, se ha transformado en un símbolo de la fragilidad de la vida y la imprudencia al volante. El video, que circula en redes sociales y ha generado una ola de indignación, muestra el preciso instante en que el pequeño, tras lanzar una pelota a un familiar, es embestido por un vehículo que circulaba a una velocidad excesiva. La secuencia es desgarradora: el impacto, el cuerpo del niño proyectado por los aires, la caída sobre el asfalto… y la huida del conductor, sin siquiera detenerse a prestar auxilio. Un acto de cobardía que ha amplificado el dolor de una familia destrozada y la rabia de una sociedad que exige justicia.
El testimonio del padre, Leandro Cerqueira, es un puñal directo al corazón. "Estaba dentro de la casa, escuché el ruido y fui a buscar a mi hijo que ya estaba muerto… lo llevé al hospital muerto". Palabras que resumen la impotencia, la desesperación y el dolor inimaginable de un padre que ha perdido a su hijo en circunstancias tan absurdas y evitables. La imagen de Leandro corriendo hacia su hijo, ya sin vida en el asfalto, es una escena que quedará grabada en la memoria colectiva como un crudo recordatorio de las consecuencias devastadoras de la irresponsabilidad al volante.
La entrega voluntaria del conductor, un joven de 24 años, al día siguiente del accidente, no mitiga el dolor ni exime de responsabilidad. Su argumento, el miedo a la reacción de la familia, suena a justificación vacía ante la magnitud de la tragedia. El hecho de que el vehículo no fuera suyo y que se dirigiera a entregarlo a su dueño, añade otra capa de complejidad al caso. ¿Existía alguna presión por llegar a tiempo? ¿Influyó esta circunstancia en la velocidad a la que conducía? Son preguntas que las autoridades deberán responder en la investigación.
Mientras tanto, la sociedad brasileña se mantiene expectante. La clasificación del caso, como homicidio culposo o doloso, determinará la gravedad de las consecuencias legales para el conductor. Más allá de las penas, la muerte de Riquelme Novais Cerqueira debe servir como un llamado a la reflexión sobre la importancia de la responsabilidad al volante. La velocidad, la distracción, la imprudencia… son factores que convierten a los vehículos en armas letales. La vida de un niño, truncada en un instante, es un precio demasiado alto que pagar por la falta de conciencia.
Este caso, lamentablemente, no es un hecho aislado. Las estadísticas de accidentes de tránsito en Brasil son alarmantes, y la pérdida de vidas humanas, una constante. Es necesario un cambio de mentalidad, una mayor educación vial y un endurecimiento de las penas para quienes ponen en riesgo la vida de los demás al volante. La memoria de Riquelme, y de tantas otras víctimas inocentes, exige justicia y un compromiso real para prevenir futuras tragedias. Que su muerte no sea en vano, que sirva para construir una sociedad más responsable y segura para todos.
Fuente: El Heraldo de México