La inseguridad vuelve a golpear el corazón del Estado de México. Un nuevo episodio de violencia tiñe de luto las calles de Naucalpan, esta vez en la colonia El Tejocote, donde una mujer perdió la vida a manos de la delincuencia al resistirse al robo de su motocicleta. El eco de las detonaciones resonó en la tranquila mañana del sábado, dejando tras de sí una escena desgarradora: una vida truncada y una comunidad conmocionada.

Según testigos presenciales, la víctima transitaba por la calle Río Colorado cuando fue interceptada por dos individuos a bordo de otro vehículo motorizado. En un intento desesperado por defender su patrimonio, la mujer se enfrentó a los agresores, quienes sin mediar palabra, abrieron fuego en repetidas ocasiones. Al menos tres impactos de bala acabaron con su vida en el acto.

La rápida respuesta de los vecinos, quienes alertaron a las autoridades al escuchar los disparos, no fue suficiente para salvar a la víctima. Paramédicos arribaron al lugar de los hechos, pero solo pudieron confirmar el deceso. El cuerpo sin vida fue trasladado al Servicio Médico Forense (SEMEFO) para realizar las diligencias correspondientes.

Este lamentable suceso ha generado una profunda indignación entre los habitantes de El Tejocote, quienes exigen justicia y un alto a la ola de violencia que azota la región. El miedo y la incertidumbre se han apoderado de las calles, donde la tranquilidad matutina se vio interrumpida por la brutalidad de un acto criminal.

Las autoridades del Estado de México ya han iniciado las investigaciones pertinentes para esclarecer los hechos y dar con el paradero de los responsables. Se espera que el análisis de las cámaras de seguridad de la zona y los testimonios recabados permitan reconstruir la ruta de escape de los agresores, quienes huyeron a bordo de la motocicleta robada.

Este nuevo feminicidio pone en evidencia la vulnerabilidad de las mujeres ante la delincuencia y la urgente necesidad de reforzar las medidas de seguridad en la entidad. Más allá de las estadísticas, es fundamental recordar que detrás de cada cifra hay una historia, una familia destrozada y una comunidad que clama por justicia.

¿Hasta cuándo seguiremos tolerando la violencia que nos arrebata a nuestros seres queridos? ¿Qué medidas se implementarán para garantizar la seguridad de los ciudadanos y prevenir futuros actos de barbarie? La sociedad exige respuestas y acciones concretas que permitan construir un futuro donde la paz y la tranquilidad dejen de ser un anhelo lejano.

Invitamos a la comunidad a unirse en solidaridad con la familia de la víctima y a alzar la voz para exigir justicia. No podemos permitir que la impunidad se imponga. Es momento de unir fuerzas y trabajar juntos para construir un Estado de México más seguro para todos. La memoria de la víctima nos exige no olvidar y seguir luchando por un futuro libre de violencia.