
2 de agosto de 2025 a las 15:25
Gil se intensifica: ¡Huracán en el Pacífico!
La calma del Pacífico mexicano se ve interrumpida por la imponente presencia de Gil, que en un abrir y cerrar de ojos ha escalado de tormenta tropical a huracán categoría 1. A 1,740 kilómetros de las costas de Cabo San Lucas, Baja California Sur, este coloso marino comienza a tejer su historia, mientras otra amenaza se gesta en el horizonte. Una zona de baja presión acecha, con un 80% de probabilidad de transformarse en la tormenta tropical Henriette entre el domingo 3 y el lunes 4 de agosto, inyectando una dosis extra de incertidumbre a la temporada de huracanes 2025.
Imaginen la fuerza de la naturaleza: Gil, rugiendo con vientos huracanados, mientras Henriette, aún en ciernes, se prepara para irrumpir en escena. Dos actores en un mismo escenario, el vasto Océano Pacífico, creando un espectáculo meteorológico que mantiene en vilo a las autoridades y a la población. Y como si esto no fuera suficiente, una tercera zona de baja presión, más discreta pero no menos preocupante, se suma a la ecuación con un 40% de probabilidad de desarrollo ciclónico en los próximos 7 días. El Pacífico, un gigante dormido que despierta con fuerza.
Julio, un mes que nos había dado un respiro en la temporada de huracanes con la formación de Flossie y Gil, ahora se torna en la antesala de un agosto potencialmente turbulento. Mientras el Atlántico se mantiene relativamente tranquilo, el Pacífico se convierte en el epicentro de la actividad ciclónica, recordándonos la impredecible danza de la naturaleza.
Este contraste entre la calma atlántica y la agitación pacífica encuentra una explicación en la Fase Neutra de las aguas ecuatoriales. Un fenómeno que, si bien ha mermado la formación de huracanes en el Atlántico, ha propiciado lluvias torrenciales en México, con consecuencias impactantes.
La Ciudad de México, testigo de primera línea de la furia de la naturaleza, ha registrado precipitaciones históricas. Las lluvias del jueves 31 de julio, según la jefa de gobierno Clara Brugada, superaron cualquier registro previo, estableciendo un nuevo récord y poniendo a prueba la infraestructura de la capital. Un recordatorio contundente de la fuerza implacable de la naturaleza y la necesidad de estar preparados.
Ante este panorama, la vigilancia se intensifica. Autoridades y meteorólogos siguen de cerca la evolución de Gil y el desarrollo potencial de Henriette, mientras se preparan para las posibles consecuencias. La incertidumbre se cierne sobre el Pacífico, pero una cosa es segura: la naturaleza seguirá su curso, y nos corresponde estar preparados para afrontar sus embates. Manténganse informados, sigan las recomendaciones de las autoridades y, sobre todo, no bajen la guardia. La temporada de huracanes 2025 aún tiene mucho que decir.
Fuente: El Heraldo de México