Un aura de emoción y gratitud envolvió a Irapuato este viernes con el inicio del 28° Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF). La legendaria actriz Ana Martín, icono del cine y la televisión mexicana, fue el centro de todos los homenajes en una jornada inaugural que celebró sus seis décadas de brillante trayectoria. El día comenzó con un emotivo recorrido en su honor. Cerca de sesenta jinetes, ataviados con trajes charros y acompañados por la vibrante música regional, escoltaron a la actriz desde la calle Juan José Torres Landa hasta la Plaza del Artista. La imagen de Ana Martín, radiante y conmovida por el cariño del público, quedará grabada en la memoria de los presentes. "El cariño de la gente es maravilloso… el trato del GIFF… no tengo palabras. Es puro amor, cariño, respeto. Son 60 años de carrera y a mi edad, 79 años, tener el apoyo del público, sobre todo de los jóvenes… no tengo palabras", compartió la actriz con la prensa, visiblemente emocionada.

La noche culminó con la esperada Alfombra Roja y el Homenaje Nacional en el Teatro de la Ciudad de Irapuato. En un momento cumbre, Ana Martín recibió la Cruz de Plata GIFF y la Medalla de Plata de la Filmoteca de la UNAM, reconocimientos que coronan su multifacética carrera. En exclusiva para El Heraldo de México, la actriz confesó estar "sin palabras" ante la magnitud del homenaje, agradeciendo profundamente el afecto del público que a través de generaciones la ha posicionado como una de las actrices más importantes de México. "Las cosas que me dicen… ¡Dios mío! Me suben, me elevan. Estoy muy contenta, muy agradecida", sentenció.

Más allá de los reconocimientos y las ovaciones, lo que realmente conmovió a Ana Martín fue el cariño y la admiración de las nuevas generaciones, un testimonio del impacto imborrable que ha dejado en la cultura mexicana. "Es inconmensurable, me da vida. Si me ven bailar, cantar y brincar es por el amor del público. Gracias, de verdad gracias, por estos 61 años de carrera y por este homenaje", expresó con la voz entrecortada por la emoción.

Con la sabiduría que otorgan los años, Ana Martín no solo agradeció el reconocimiento, sino que también compartió un valioso consejo para las nuevas generaciones, aplicable a cualquier profesión: "Lo que tú quieras ser en la vida, pero con pasión, porque al final de cuentas es un trabajo y a veces te cansa. La pasión es la que te lleva a donde tú quieras". Reconoció que "todo cambia", tanto en la industria del entretenimiento como en la vida misma, y destacó la importancia del amor propio como clave para el éxito en cualquier ámbito, instando a la unión para enfrentar los desafíos del mundo actual. "Mi única experiencia es que no me equivoqué en la carrera que elegí. Decidí ser libre; decidí no casarme y no tener hijos porque yo quise. He pasado por altas y por bajas, pero aquí sigo, ¡brincando!", concluyó la actriz, con la vitalidad y la energía que la caracterizan.

Ana Beatriz Martínez Solórzano, conocida como Ana Martín, cuenta con una trayectoria artística de casi 61 años, un nombre indisolublemente ligado a la época dorada de la telenovela mexicana y a una prolífica carrera cinematográfica que abarca desde clásicos de los años 60 y 70 hasta producciones contemporáneas. Según la base de datos del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE), Ana Martín ha participado en más de 50 películas y una veintena de telenovelas, obras que continúan siendo referentes de talento y que la consolidan como un verdadero ícono de la actuación en México. El homenaje del GIFF no solo celebra su pasado, sino que también reconoce su presente y el legado que continúa construyendo.