La tensión se podía cortar con un cuchillo en La Casa de los Famosos México. La cena, pensada como un último respiro de camaradería para los nominados, Adrián Di Monte, Priscila Valverde, Ninel Conde, Elaine Haro y Olivia Collins, se transformó en un campo de batalla verbal, principalmente entre las mujeres. Lejos de la calma esperada, los reclamos y las acusaciones volaron por los aires, dejando al descubierto las fricciones que se cocinaban a fuego lento dentro de la casa.

Olivia Collins, veterana actriz, se encontró en el ojo del huracán. Elaine Haro inició la conversación con aparente cordialidad, expresando su deseo de conocerla mejor. Sin embargo, la respuesta de Collins fue un dardo directo al corazón de la convivencia: un reclamo por la percibida falta de acercamiento por parte de Elaine, Priscila y Ninel. La actriz de 67 años confesó sentirse rechazada, abriendo una caja de Pandora llena de emociones reprimidas.

El peso de la nominación y la angustia de decepcionar a su familia, según confesó la propia Olivia, parecieron quebrar su coraza. Sus disculpas por su actitud posterior al anuncio de la nominación, que ella misma atribuyó a un golpe en el ego, no lograron apaciguar los ánimos. Ninel Conde tomó la palabra, desmintiendo la exclusión y explicando que la dinámica de la casa, la afinidad y la energía entre los habitantes de cada cuarto, habían marcado la pauta en las relaciones, sin la intención de herir a nadie.

Lejos de terminar ahí, la conversación escaló. Ninel, con la franqueza que la caracteriza, expresó la incomodidad que los comentarios, a veces agresivos, de Olivia generaban en algunos habitantes de la casa. Incluso, ilustró su punto con ejemplos concretos, que la actriz negó haber proferido de forma consciente. La palabra "tóxica", pronunciada por Ninel, elevó la temperatura del debate. Olivia, visiblemente afectada, negó rotundamente la acusación. Elaine y Priscila, solidarias con Ninel, se unieron al debate, creando un frente común que puso a Olivia a la defensiva.

La veterana actriz, en un intento por calmar las aguas, pidió que cualquier molestia o agravio se le comunicara de forma inmediata. Sin embargo, Ninel, Elaine y Priscila argumentaron que la inmediatez no siempre es la mejor consejera y que abordar los conflictos en caliente podía generar peleas innecesarias y perjudicar la convivencia. Olivia, por su parte, reiteró que sus comentarios no iban dirigidos a nadie en particular, que formaban parte de la dinámica del juego y que, a pesar de su fuerte personalidad y expresividad, estaba dispuesta a mediar y mejorar la situación.

Finalmente, tras un intenso intercambio de opiniones, las cuatro mujeres parecieron llegar a un precario acuerdo. Se comprometieron a fomentar un ambiente más cordial, a conocerse mejor y a ser más cuidadosas con sus palabras, con el objetivo de evitar herir susceptibilidades. Si bien el ambiente se distendió, la tensión subyacente dejó en claro que el camino hacia una convivencia armoniosa en La Casa de los Famosos México aún estaba por recorrerse. Queda por ver si este pacto de no agresión logrará sobrevivir a la presión del juego y a la intensidad de las emociones que se viven dentro de la casa.