Logo
NOTICIAS
play VIDEOS

Inicio > Noticias > Desapariciones

1 de agosto de 2025 a las 03:20

La búsqueda incansable de una madre en Altamira

Siete años. Siete años han pasado desde que Martina Zavala Martínez vio por última vez a su hijo, Ricardo Guadalupe Méndez Zavala. Siete años de un vacío insoportable, de una búsqueda incansable, de una lucha contra la indiferencia y la burocracia. Ricardo, un joven pintor de apenas 27 años, desapareció en Altamira en 2018. Hoy, tendría 35. ¿Dónde está? ¿Qué le pasó? Estas preguntas martillean sin cesar en la mente de Martina, quien se ha convertido en una más de las tantas madres buscadoras que recorren México con el corazón roto y una férrea determinación.

Martina recuerda con nostalgia a Ricardo, su apoyo, su ayuda en la tienda que tenía. Todo se vino abajo con su desaparición. Cada peso, cada recurso, cada minuto de su vida se han invertido en la búsqueda de su hijo. La angustia la consume, pero la esperanza, aunque tenue, se aferra a su alma. Sabe, por una publicación en redes sociales, que Ricardo pudo haber sido detenido en la colonia Del Pueblo de Tampico, etiquetado como "sospechoso". Pero la información no coincide. Su hijo desapareció en la Divisoria, en los límites entre Tampico y Altamira. Una inconsistencia más en un caso plagado de ellas.

La Fiscalía General de Justicia del Estado, la institución que debería brindar apoyo y respuestas, se mantiene, según Martina, de brazos cruzados. La información que conforma la carpeta de investigación es, en su mayoría, producto del esfuerzo personal de Martina. Ella ha recabado las evidencias, las conversaciones, los indicios… y los ha entregado a las autoridades. Sin embargo, la respuesta ha sido la inacción, la lentitud exasperante, la indiferencia que hiere como un cuchillo. Siete años después, apenas comienzan a investigar la publicación en redes sociales. Siete años perdidos en la burocracia y la desidia.

Martina no se rinde. Con recursos o sin ellos, seguirá buscando a Ricardo. La convicción de que lo encontrará con vida es el motor que la impulsa. Su historia es un reflejo de la tragedia que viven miles de familias en México. Madres que, ante la desaparición de sus hijos, se ven obligadas a convertirse en investigadoras, en rastreadoras, en defensoras de derechos humanos. Mujeres que desafían el peligro, la impunidad y la indolencia del sistema.

El caso de Ricardo Guadalupe Méndez Zavala no es un caso aislado. Es un símbolo de la crisis de desapariciones que azota al país, una herida abierta en el tejido social. La lucha de Martina Zavala Martínez, como la de tantas otras madres buscadoras, es un grito desesperado por la verdad, por la justicia, por el derecho a saber qué pasó con sus hijos. Es un llamado a la sociedad, a las autoridades, a la humanidad misma, para que no se olviden de aquellos que ya no están, pero que siguen siendo buscados con un amor inquebrantable. ¿Hasta cuándo tendrán que seguir buscando estas madres? ¿Hasta cuándo seguirá reinando la impunidad? Estas son las preguntas que resuenan en el silencio de la ausencia, en la espera interminable de una respuesta que nunca llega.

Fuente: El Heraldo de México