La indignación recorre las redes sociales tras la difusión de un video que captura el momento preciso de un impactante accidente en Zinacantepec, Estado de México. Una mujer de la tercera edad, intentando cruzar la Avenida 16 de Septiembre, fue brutalmente arrollada por una motocicleta que circulaba a exceso de velocidad, zigzagueando entre los vehículos detenidos por el semáforo en rojo. Las imágenes, compartidas inicialmente en X (antes Twitter), muestran la violencia del impacto: la señora es proyectada por los aires tras el choque, cayendo pesadamente sobre el asfalto, a escasos centímetros de otro vehículo que circulaba en sentido contrario. La escena es desgarradora: la víctima, visiblemente afectada por el golpe, lucha por incorporarse, mientras a su alrededor se agolpan testigos del incidente.

En la motocicleta viajaban dos personas, presuntamente repartidores de comida por aplicación. La acompañante del conductor desciende del vehículo y se acerca a la anciana, con una expresión de incredulidad en el rostro, mientras la mujer intenta, con dificultad, ponerse de pie. La solidaridad de los transeúntes no se hace esperar: varias personas acuden rápidamente a auxiliar a la víctima, tratando de brindarle apoyo y consuelo en medio del caos generado por el accidente.

Lo que agrava aún más la situación es la postura de los presuntos responsables. A pesar de la contundencia del video, que registra claramente el momento del atropello, niegan su participación en los hechos, abandonando a la víctima a su suerte. Esta actitud ha desatado la furia en redes sociales, donde el video se ha viralizado, acompañado de la etiqueta #JusticiaParaLaAbuelita.

La familia de la afectada ha iniciado una campaña en redes sociales para exigir justicia y que los responsables asuman las consecuencias de sus actos. Piden a las autoridades que investiguen el caso a fondo y que se aplique todo el peso de la ley a quienes, con su imprudencia, pusieron en riesgo la vida de una persona de la tercera edad. "No podemos permitir que la impunidad reine en nuestras calles", declara uno de los familiares en un emotivo mensaje. "Mi abuela es una mujer trabajadora y honesta, no merece el trato que ha recibido. Exigimos justicia".

Este caso pone de manifiesto, una vez más, la problemática de la seguridad vial en nuestras ciudades, especialmente para los peatones más vulnerables, como las personas mayores. La velocidad excesiva, la imprudencia al volante y la falta de respeto a las normas de tránsito son factores que contribuyen a la ocurrencia de este tipo de tragedias. Es fundamental que las autoridades implementen medidas más efectivas para controlar el tráfico y garantizar la seguridad de todos los ciudadanos, así como una mayor regulación y control sobre los servicios de reparto a domicilio, que a menudo priorizan la rapidez por encima de la seguridad.

La indignación y la solidaridad expresadas en redes sociales son un reflejo del clamor popular por un cambio. La sociedad exige justicia para la víctima y que se tomen medidas para prevenir futuros accidentes. El caso de la abuelita atropellada en Zinacantepec no puede quedar impune. Es necesario que las autoridades actúen con celeridad y contundencia para enviar un mensaje claro: la imprudencia al volante tiene consecuencias.