
1 de agosto de 2025 a las 18:30
Iberdrola: decisión empresarial, no política.
La reciente adquisición de los activos de Iberdrola en México por parte de la empresa estadounidense Cox Energy ha generado una ola de especulaciones y análisis en el sector energético. A pesar del tamaño de la operación, que ronda los 4,200 millones de dólares, la salida de la gigante española no se debe a problemas con el país, según aclaró la propia presidencia de México. De hecho, se ha destacado la comunicación fluida y el compromiso de Cox Energy con el desarrollo de proyectos energéticos dentro del marco legal mexicano. Esto abre un nuevo capítulo en la historia energética del país, con la entrada de un nuevo actor que, según las primeras declaraciones, llega con la intención de invertir y contribuir al crecimiento del sector.
Este movimiento empresarial pone de manifiesto el dinamismo del mercado energético mexicano y la confianza que genera a nivel internacional. Iberdrola, con más de dos décadas de presencia en México, ha jugado un papel fundamental en la generación eléctrica del país, extendiendo sus operaciones a doce estados. Su salida, lejos de ser una señal de alarma, podría interpretarse como una oportunidad para la entrada de nuevos capitales y la diversificación del sector. La llegada de Cox Energy, con su enfoque en energías renovables, podría impulsar la transición hacia un modelo energético más sostenible en México.
La presidenta ha enfatizado la importancia de respetar el marco legal establecido para la participación de empresas privadas en el sector energético. Este compromiso con la legalidad y la transparencia es fundamental para generar confianza y atraer inversiones a largo plazo. El futuro del sector energético mexicano se presenta con grandes desafíos y oportunidades, y la colaboración entre el sector público y privado será clave para alcanzar un desarrollo sostenible y equitativo.
Por otro lado, la posible asistencia de la presidenta a la toma de protesta de los nuevos miembros del Poder Judicial el próximo 1 de septiembre, subraya la importancia de la colaboración y el respeto entre los diferentes poderes del Estado. La figura del próximo presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Hugo Aguilar Ortiz, ha sido destacada por su honestidad, lo que genera expectativas positivas para el futuro del sistema judicial. La independencia y autonomía de los poderes son pilares fundamentales de la democracia, y la presidenta ha reiterado su compromiso con el respeto a estos principios.
En un contexto global de incertidumbre económica, la estabilidad política y jurídica de México se convierte en un factor determinante para atraer inversiones y fomentar el crecimiento económico. La transición en el sector energético, con la llegada de nuevos actores, y la renovación del Poder Judicial, son procesos que requieren de un diálogo constante y una colaboración entre las diferentes instancias del Estado y la sociedad civil. El futuro de México se construye con la participación de todos, y la transparencia y el respeto a la legalidad son los cimientos para un desarrollo sostenible y equitativo.
Fuente: El Heraldo de México