El cosmos susurra secretos al oído de Mizada Mohamed, y ella, con la generosidad que la caracteriza, los comparte con nosotros para iluminar nuestro camino del 1 al 3 de agosto. Prepárense, porque este fin de semana se presenta como un crisol de emociones, un tiempo de introspección y un lienzo en blanco para redefinir nuestras relaciones. Los astros se alinean para impulsar cambios significativos en cada uno de los signos del zodiaco, invitándonos a cerrar capítulos con gratitud y a abrirnos a la magia de lo nuevo.

La danza celestial comienza el viernes con la Luna en Cáncer, envolviéndonos en un manto de sensibilidad y nostalgia. Es el momento perfecto para refugiarnos en la calidez del hogar, conectar con nuestras raíces emocionales y nutrir los lazos familiares. Aprovechemos esta energía para reflexionar sobre lo que realmente importa, para sanar viejas heridas y para fortalecer los vínculos que nos sostienen. Imaginen una taza de té caliente entre las manos, una conversación sincera con un ser querido, un abrazo que reconforta el alma. Ese es el regalo que nos ofrece la Luna en Cáncer.

Pero la energía cambia con la llegada del sábado, cuando la Luna transita a Leo, encendiendo en nosotros la chispa de la creatividad, la expresión y la alegría. El escenario se transforma: la introspección da paso a la extroversion, la timidez se desvanece ante la confianza y el deseo de brillar se apodera de nosotros. Es el momento de dejar que nuestra luz interior ilumine el mundo, de expresar nuestros talentos sin reservas y de contagiar a otros con nuestro entusiasmo. Salgamos a bailar bajo la luz de la Luna, cantemos a viva voz nuestras canciones favoritas, dejemos que la alegría nos desborde y nos conecte con la vida en toda su plenitud.

Y como si fuera poco, Mercurio también se encuentra en Leo, potenciando nuestra capacidad de comunicación. Nuestras palabras adquieren fuerza y pasión, permitiéndonos expresar nuestras ideas con claridad y convicción. Es un momento propicio para presentaciones, debates y conversaciones importantes, pero cuidado, la intensidad de Leo puede llevarnos a la dramatización. Recordemos que la diplomacia y la empatía son nuestras mejores aliadas.

El domingo, la Luna continúa su viaje por Leo, consolidando esta energía vibrante y expansiva. Es una invitación a reconectar con nuestro niño interior, a disfrutar de la vida con la espontaneidad y la alegría que caracterizan a la infancia. ¿Qué les apasionaba de niños? ¿Qué actividades les llenaban el corazón de alegría? Este es el momento de retomar esas pasiones olvidadas, de permitirnos jugar, crear y soñar sin límites.

Venus, por su parte, transita por Virgo, infundiendo una dosis de pragmatismo y atención al detalle en nuestras relaciones. Es el momento de cuidar nuestros vínculos con conciencia, de nutrirlos con pequeños gestos de amor y de prestar atención a las necesidades de quienes nos rodean. La organización y la eficiencia serán nuestras aliadas para mantener la armonía en nuestras interacciones.

En resumen, este fin de semana nos ofrece una oportunidad única para cerrar ciclos con amor, abrirnos a lo nuevo y reconectar con nuestra esencia. Aprovechemos la energía de Leo para expresar nuestra creatividad, la influencia de Cáncer para nutrir nuestras emociones y la sabiduría de Virgo para cuidar nuestros vínculos. El universo nos invita a brillar con luz propia, a vivir con intensidad y a construir relaciones auténticas y significativas. Escuchemos el susurro de los astros y dejemos que nos guíen hacia la plenitud.