
1 de agosto de 2025 a las 09:25
Crédito Bancario: ¿Freno en México?
La desaceleración del crédito en junio enciende una luz amarilla en el panorama económico mexicano. Un crecimiento de apenas el 5.2% anual, comparado con el 7.3% de mayo, según datos del Banco de México, nos invita a analizar con detenimiento las implicaciones de esta tendencia. ¿Estamos ante un simple bache en el camino o se trata del inicio de una contracción más profunda?
La caída del saldo crediticio, que se reduce en 12.4 mil millones de pesos con respecto a mayo, no es un dato menor. De hecho, encadena cinco meses consecutivos de crecimiento real anual a la baja, una señal que no podemos ignorar. Este escenario nos obliga a preguntarnos: ¿qué factores están detrás de esta disminución? ¿Es una respuesta a las elevadas tasas de interés, una muestra de cautela por parte de los consumidores o un reflejo de la incertidumbre económica global?
El análisis por sectores revela que el financiamiento a empresas y personas físicas con actividad empresarial es el principal responsable de esta desaceleración. Con un crecimiento de apenas el 5.4% anual en junio, comparado con el 9.2% de mayo, se evidencia una clara retracción en la inversión productiva. ¿Se están posponiendo proyectos de expansión? ¿La incertidumbre en el mercado internacional está afectando las decisiones de inversión? Estas son preguntas cruciales que debemos responder para entender el panorama completo.
El segmento de intermediarios financieros no bancarios, si bien representa un porcentaje menor del total, también muestra una contracción preocupante del 5.7% en junio. Este dato nos invita a reflexionar sobre la salud del sistema financiero en su conjunto. ¿Estamos ante un síntoma de fragilidad en el sector? ¿Qué medidas se deben tomar para fortalecer la estabilidad financiera?
Por otro lado, el crédito al consumo, aunque muestra una ligera recuperación en junio con un crecimiento del 8.9% anual, no logra disipar las dudas. El segmento de tarjetas de crédito, con un aumento del 7.7% anual, refleja una moderación en el gasto de los hogares. ¿Están los consumidores ajustando sus presupuestos ante la inflación? ¿Se está priorizando el ahorro por encima del consumo?
El crédito automotriz, que hasta hace poco era un motor del crecimiento crediticio con tasas de doble dígito, también muestra signos de desaceleración. Su crecimiento pasó del 20.3% en mayo al 19.8% en junio. ¿Es este un indicador de la disminución del poder adquisitivo de las familias? ¿O se trata de una saturación del mercado automotriz?
En resumen, la desaceleración del crédito en junio nos presenta un panorama complejo que requiere un análisis profundo. La combinación de factores internos y externos, como las altas tasas de interés, la incertidumbre económica global y la moderación del consumo, configuran un escenario que exige atención y acciones concretas para impulsar el crecimiento económico. El seguimiento de estas tendencias será crucial para entender la evolución de la economía mexicana en los próximos meses.
Fuente: El Heraldo de México