
1 de agosto de 2025 a las 09:15
Cox adquiere Iberdrola México
La adquisición de Iberdrola México por parte de Cox no es solo una noticia empresarial, es un terremoto en el sector energético nacional. Imaginen la magnitud: una inversión de más de cuatro mil doscientos millones de dólares, una cifra que marearía a cualquiera. Esto no es un simple cambio de manos, es una apuesta decidida por el futuro energético de México. Cox, un gigante global en soluciones de agua y energía, ha adelantado su plan estratégico tres años, demostrando la confianza que deposita en nuestro país. ¿Qué significa esto para nosotros? Mayor competencia, innovación y, esperemos, mejores servicios.
Hablemos de números. Con esta jugada maestra, Cox proyecta una facturación cercana a los tres mil millones de euros para finales de 2025, con un EBITDA de 750 millones de euros. Cifras que hablan por sí solas de la envergadura de esta operación. No estamos hablando de una empresa que llega tímidamente, sino de un actor que entra con fuerza, dispuesto a liderar el mercado. Y no es para menos, considerando la joya que han adquirido: 15 centrales operativas, más de dos mil 600 MW de capacidad instalada, una mezcla potente de ciclo combinado, cogeneración y energías renovables, y una cartera de proyectos que alcanza los 12 GW. Impresionante, ¿verdad?
Pero la historia no termina ahí. Cox no solo se convierte en un jugador importante, sino en el líder indiscutible del suministro de energía a usuarios calificados en México, con una cuota de mercado del 25 por ciento. Imagine la responsabilidad que esto implica: suministrar más de 20 TWh de energía a más de 500 grandes clientes. Una tarea titánica que requiere experiencia, infraestructura y una visión de largo plazo. Y Cox parece tenerlo todo.
La cereza del pastel son los más de diez mil setecientos millones de dólares que planean invertir en México entre 2025 y 2030. No se trata solo de la compra de Iberdrola, sino de una inyección de capital fresco para impulsar el desarrollo energético del país. Cuatro mil millones de dólares en nuevos activos energéticos, hasta mil quinientos millones en infraestructura hídrica y proyectos conjuntos con la CFE. Una apuesta clara por el crecimiento sostenible y la colaboración con las instituciones nacionales. La CFE misma ha celebrado la llegada de Cox, destacando la alineación de la empresa con los objetivos del Plan México. Un espaldarazo que confirma la importancia estratégica de esta inversión.
Y mientras Iberdrola se despide definitivamente del país, tras la venta previa de una parte significativa de sus activos, Cox llega con la promesa de generar empleos y integrar a los más de 800 trabajadores de Iberdrola México. Una transición que, si se gestiona correctamente, puede ser beneficiosa para todos.
En resumen, la llegada de Cox al mercado energético mexicano es una noticia de gran calado. Una inyección de capital, un impulso a la competencia, una apuesta por las energías renovables y la creación de empleos. Un escenario prometedor que nos invita a seguir de cerca los próximos movimientos de este nuevo gigante energético. ¿Estará Cox a la altura del reto? El tiempo lo dirá. Lo que está claro es que el panorama energético mexicano está cambiando, y lo hace a pasos agigantados.
Fuente: El Heraldo de México