
2 de agosto de 2025 a las 02:05
Bebé nace de embrión congelado por 30 años
Un hito médico sin precedentes ha conmocionado al mundo: el nacimiento de Thaddeus Daniel Pierce, el "bebé más viejo del mundo". No se trata de ciencia ficción, sino de una realidad que desafía los límites de la reproducción asistida. Thaddeus llegó al mundo el pasado 26 de julio en London, Ohio, desarrollado a partir de un embrión criopreservado en 1994, hace casi tres décadas. Este asombroso acontecimiento abre un nuevo capítulo en la historia de la fertilidad y plantea interrogantes fascinantes sobre el futuro de la criopreservación.
La historia de Thaddeus es un testimonio de perseverancia y esperanza. Sus padres, Lindsey y Tim Pierce, una pareja de 35 y 34 años respectivamente, anhelaban formar una familia. Tras explorar diversas opciones, decidieron recurrir a la adopción de embriones, un procedimiento que les permitía dar la bienvenida a un hijo y a la vez brindar una oportunidad de vida a un embrión congelado. A través de la organización Nightlight Christian Adoptions y su programa Snowflakes, especializado en este tipo de adopción, los Pierce encontraron el embrión que cambiaría sus vidas para siempre.
El origen del embrión de Thaddeus es igualmente conmovedor. Fue concebido por Linda Archerd, una mujer que luchó contra la infertilidad durante años. En 1994, gracias a la fecundación in vitro (FIV), logró concebir cuatro embriones. Uno de ellos dio lugar al nacimiento de su hija, quien hoy tiene 30 años, mientras que los otros tres fueron criopreservados con la esperanza de un futuro embarazo. El tiempo transcurrió, Archerd se separó de su esposo y obtuvo la custodia legal de los embriones. Durante años, pagó diligentemente por su conservación, anhelando utilizarlos algún día. Finalmente, tomó la valiente decisión de entregarlos en adopción, con la condición de conocer a la familia receptora. “Es mi ADN. Es el hermano biológico de mi hija”, declaró conmovedoramente a la revista MIT Technology Review.
El camino hacia el nacimiento de Thaddeus no estuvo exento de obstáculos. La edad del embrión representaba un desafío considerable, y muchas clínicas y agencias de adopción se negaron a participar debido al bajo porcentaje de éxito esperado. Sin embargo, el programa Snowflakes aceptó el caso y, tras una búsqueda exhaustiva, encontró a la familia Pierce, una pareja cristiana estadounidense que cumplía con los requisitos de la donante. La transferencia del embrión se realizó en una clínica de Knoxville, Tennessee, la misma que en 2022 presenció el nacimiento de unos gemelos concebidos en 1992, quienes hasta entonces ostentaban el récord del embrión más antiguo en dar lugar a un nacimiento exitoso.
El nacimiento de Thaddeus Daniel Pierce no solo representa un triunfo médico, sino también un símbolo de esperanza para miles de parejas que luchan contra la infertilidad. Abre un abanico de posibilidades para el futuro de la reproducción asistida y nos invita a reflexionar sobre los avances científicos que permiten hacer realidad el sueño de la paternidad, incluso después de décadas de espera. La historia de Thaddeus es un recordatorio de que la vida, en sus formas más inesperadas, siempre encuentra un camino. Y en este caso, ese camino ha llevado a la creación de una familia llena de amor y gratitud, un testimonio conmovedor del poder de la ciencia y la esperanza.
Fuente: El Heraldo de México