
1 de agosto de 2025 a las 09:30
Adiós, ahorros: el peso cae en julio
El peso mexicano, en un escenario de volatilidad global, logró sortear el turbulento mes de julio con una depreciación contenida del 0.55%, cotizando al cierre en 18.8680 unidades por dólar, según datos del Banco de México. Si bien esta cifra representa una pérdida de valor frente a la divisa estadounidense, el análisis detallado revela un panorama más complejo y, en cierta medida, alentador para la moneda nacional.
En un contexto de tensiones comerciales internacionales, exacerbadas por las políticas proteccionistas de la administración Trump, el peso mexicano demostró una resiliencia notable. De hecho, al compararlo con otras divisas emergentes, se posicionó como la segunda con menor depreciación dentro de la canasta de principales cruces. Este dato cobra mayor relevancia si consideramos la incertidumbre que prevalece en los mercados globales, donde la aversión al riesgo se ha convertido en la norma.
La fortaleza relativa del peso mexicano no se limita únicamente al mes de julio. Si ampliamos la perspectiva y analizamos su comportamiento a lo largo del año, la apreciación acumulada del 9.64% lo coloca en una posición privilegiada, ocupando el séptimo lugar entre las divisas con mayores ganancias. Este desempeño contrasta con la debilidad que han experimentado otras monedas de economías emergentes, confirmando la solidez de los fundamentos macroeconómicos de México.
Gabriela Siller Pagaza, directora de Análisis Económico Financiero de Grupo Financiero Base, atribuye la volatilidad del mercado cambiario a la creciente incertidumbre generada por las políticas comerciales del presidente Trump. Sin embargo, la experta destaca la capacidad del peso mexicano para resistir las presiones externas, lo que refleja la confianza de los inversionistas en la economía mexicana.
Es importante destacar que, a pesar de la relativa estabilidad del peso, la incertidumbre persiste. El panorama económico global sigue siendo complejo y las tensiones comerciales podrían intensificarse en los próximos meses. En este contexto, es fundamental mantener un monitoreo constante de los indicadores económicos y las decisiones políticas que puedan afectar al tipo de cambio.
A futuro, el comportamiento del peso mexicano dependerá en gran medida de la evolución del comercio internacional y la política monetaria de los principales bancos centrales. Asimismo, factores internos como la inflación, el crecimiento económico y la estabilidad política jugarán un papel determinante en la trayectoria de la moneda nacional. Por lo tanto, se recomienda a los inversionistas y agentes económicos mantenerse informados y adoptar estrategias que les permitan mitigar los riesgos asociados a la volatilidad cambiaria. La diversificación de portafolios, la cobertura cambiaria y el análisis constante del mercado son herramientas clave para navegar en un entorno de incertidumbre.
Fuente: El Heraldo de México