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31 de julio de 2025 a las 09:20

Una mano amiga, cambia vidas.

Rosa, una joven viuda de la colonia La Morita en Tijuana, nos muestra la fuerza inquebrantable del espíritu humano. Enfrentando la adversidad con valentía, Rosa lucha día a día por el bienestar de su hija de 15 años, recientemente diagnosticada con un problema cardíaco. La vida de Rosa ha sido una cuesta arriba desde la pérdida de su esposo, quien trabajaba en la Comisión Federal de Electricidad. La carga de los medicamentos, tratamientos y visitas médicas se ha vuelto una constante, agravada por la falta de acceso a los servicios de salud del ISSSTE y a la pensión que le correspondería por ley. Un error en su CURP, un documento aparentemente simple, se convirtió en un obstáculo insalvable que le impedía acceder a la ayuda que tanto necesitaba. La angustia de no poder brindarle a su hija la atención médica urgente la consumía. Imaginen la desesperación de una madre que ve sufrir a su hija sin poder hacer nada, atada de manos por la burocracia. Una situación que, lamentablemente, se repite en miles de hogares mexicanos.

Afortunadamente, un rayo de esperanza llegó a La Morita con las Jornadas de Paz. Como parte de la estrategia de Atención a las Causas, los Sembradores de Paz, acompañados por más de 30 instituciones y dependencias del Gobierno de México, llegaron a esta comunidad fronteriza con la misión de tender una mano a quienes más lo necesitan. No se trata solo de llevar ayuda, sino de reconocer la dignidad de las personas, de escuchar sus historias y de trabajar codo a codo para construir soluciones reales. El objetivo es claro: llegar a la raíz de los problemas, a las causas que generan la desigualdad y la violencia, y transformar vidas desde lo más profundo.

La instrucción de la presidenta Claudia Sheinbaum resuena con fuerza en cada acción: acercarse a las comunidades con mayor índice delictivo, no con juicios, sino con empatía y sensibilidad. Preguntar: ¿Qué problemas aquejan a las familias? ¿Los jóvenes tienen acceso a la educación? ¿Existen problemas de adicciones? ¿Hay oportunidades de empleo? ¿Se enfrentan a conflictos legales? ¿Reciben los apoyos del Bienestar? Preguntas que buscan comprender la complejidad de la realidad y que requieren respuestas concretas, no promesas vacías.

Cada brigadista está capacitado para ofrecer soluciones tangibles. En el caso de Rosa, se actuó de inmediato para corregir su CURP, abriendo la puerta a la pensión que le brindará estabilidad económica a su familia. Además, se le orientó sobre cómo afiliarse al IMSS-Bienestar para que su hija reciba la atención médica oportuna y gratuita que necesita. Imaginen el alivio de Rosa al saber que su hija finalmente recibirá el tratamiento que necesita, la tranquilidad de saber que podrá brindarle un futuro mejor.

La historia de Rosa no es un caso aislado. Representa la realidad de muchas mujeres que, por viudez, abandono o por ser madres solteras, se enfrentan a un sistema que a menudo las margina. Mujeres valientes que luchan incansablemente por sus familias, a pesar de las dificultades. Es nuestro deber, como sociedad y como gobierno, apoyarlas con acciones concretas, no con discursos vacíos. Se necesita más que buenas intenciones; se requiere un trabajo articulado, cercano, con rostro humano. Un trabajo que reconozca la dignidad y la fuerza de estas mujeres.

En la conferencia matutina del 28 de julio, la presidenta Sheinbaum recordó que la Cuarta Transformación y el Humanismo Mexicano se basan en la solidaridad, en tender la mano a quienes se han quedado atrás. No se trata de competir, sino de caminar juntos, de usar nuestra posición para que nadie se quede atrás. Ese es el espíritu que guía el trabajo que realizamos día a día en todo el país. Porque al transformar la vida de una mujer como Rosa, transformamos también el futuro de su hija, de su comunidad y del país entero. Construimos un futuro más justo, más equitativo, donde todos tengan la oportunidad de vivir con dignidad y esperanza. Y eso, al final, es lo que verdaderamente importa.

Fuente: El Heraldo de México