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31 de julio de 2025 a las 05:35

Un nuevo hogar: planeta habitable cerca.

Un nuevo hálito de esperanza se abre en la búsqueda incansable de vida más allá de nuestro planeta. A tan solo 35 años luz, una distancia cósmica prácticamente a la vuelta de la esquina en términos astronómicos, un sistema planetario alrededor de la estrella enana roja L 98-59 nos regala un fascinante descubrimiento: un quinto planeta, L 98-59 f, se une a la danza orbital dentro de la zona habitable, esa región mágica donde la temperatura permitiría la existencia de agua líquida, el elixir de la vida tal como la conocemos.

Imaginen la escena: un planeta rocoso, casi tres veces la masa de la Tierra, bañado por la luz tenue pero constante de su estrella. L 98-59 f completa una órbita en tan solo 23 días terrestres, un año vertiginoso comparado con el nuestro, pero que lo coloca en una posición privilegiada para recibir una cantidad de energía similar a la que la Tierra recibe del Sol. Este delicado equilibrio energético abre la posibilidad de que, bajo las condiciones atmosféricas adecuadas, el agua líquida pueda existir en su superficie, un ingrediente fundamental para la vida.

El hallazgo de L 98-59 f no es un evento aislado, sino el resultado de una meticulosa labor detectivesca cósmica. Los científicos, cual Sherlock Holmes estelares, han reanalizado datos de instrumentos de alta precisión como HARPS y ESPRESSO, verdaderos sabuesos de planetas, instalados en el Observatorio Europeo Austral (ESO). Estos instrumentos, capaces de detectar minúsculas variaciones en el movimiento de las estrellas, delataron la presencia del nuevo planeta. Imaginen la precisión necesaria para detectar el sutil bamboleo de una estrella a 35 años luz de distancia, causado por la gravedad de un planeta relativamente pequeño.

Pero la historia no acaba ahí. La colaboración entre diferentes observatorios y telescopios espaciales ha sido crucial para completar el rompecabezas. Los datos del Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito (TESS) de la NASA y las observaciones del poderoso Telescopio Espacial James Webb han permitido a los científicos determinar el tamaño, la masa y otras características clave no solo de L 98-59 f, sino de los cinco planetas que componen este fascinante sistema.

Este descubrimiento no solo nos acerca un paso más a la posibilidad de encontrar vida extraterrestre, sino que también nos revela la asombrosa diversidad de sistemas planetarios que existen en nuestra galaxia. L 98-59, un sistema compacto y dinámico, nos demuestra que la vida podría encontrar un hogar en entornos muy diferentes al nuestro.

El futuro se presenta lleno de posibilidades. El Telescopio Espacial James Webb, con su capacidad sin precedentes para analizar la composición de las atmósferas exoplanetarias, será clave para determinar si L 98-59 f posee los ingredientes necesarios para albergar vida. ¿Podremos encontrar biomarcadores, esas huellas químicas que delatan la presencia de organismos vivos? El tiempo y la ciencia nos darán la respuesta. Mientras tanto, la búsqueda continúa, impulsada por la inagotable curiosidad humana y la esperanza de no estar solos en el vasto universo.

Fuente: El Heraldo de México