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31 de julio de 2025 a las 08:45
Seguridad reforzada en La Mesilla
La sombra de "Tío Balde" aún se cierne sobre La Mesilla, Huehuetenango, a casi dos meses de su muerte. El eco de los disparos que acabaron con la vida de Baldemar Calderón, el presunto cerebro financiero del Cártel Chiapas-Guatemala, resuena todavía en las calles polvorientas de esta localidad fronteriza. Este domingo 30 de julio, el rugir de los helicópteros y el despliegue de fuerzas policiales volvieron a romper la aparente calma. Un imponente operativo conjunto, tejido entre las autoridades guatemaltecas y estadounidenses, se puso en marcha con un objetivo claro: desmantelar los restos del imperio criminal que "Don Balde" construyó con sangre y fuego.
No se trata de una simple redada. Es una cacería meticulosa y estratégica, orquestada por la Policía Nacional Civil de Guatemala (PNC), el Ministerio Público y la poderosa DEA estadounidense. Veinticinco allanamientos simultáneos, ejecutados con precisión quirúrgica en viviendas vinculadas a la familia de Calderón Carrillo, sacudieron a La Mesilla. La imagen de agentes fuertemente armados irrumpiendo en las residencias, buscando rastros de la actividad criminal que se presume continúa operando a pesar de la caída de su líder, es un testimonio del compromiso de las autoridades para erradicar el narcotráfico en la región.
Las órdenes de captura, cuidadosamente elaboradas y respaldadas por la evidencia recabada durante meses de investigación, son la espada de Damocles que pende sobre los presuntos herederos del legado criminal de "Tío Balde". Se busca descabezar la organización, cortar de raíz la posibilidad de que algún familiar o allegado tome las riendas del cártel y continúe con el tráfico de drogas que ha desangrado a la región durante años. La presión es asfixiante. Cada rincón, cada habitación, cada documento, son escrutados minuciosamente en busca de pruebas que permitan llevar ante la justicia a quienes se presume colaboraron con Calderón Carrillo.
La colaboración internacional es clave en esta ofensiva. La presencia de la DEA no es casual. El Cártel Chiapas-Guatemala, con sus tentáculos extendiéndose a ambos lados de la frontera, representa una amenaza transnacional que requiere una respuesta conjunta. El intercambio de información, la coordinación de estrategias y el apoyo logístico entre las agencias de ambos países son fundamentales para desarticular las complejas redes del narcotráfico.
La incertidumbre se respira en el aire. ¿Quiénes serán capturados? ¿Qué secretos se revelarán? La Mesilla, convertida en escenario de esta batalla contra el crimen organizado, observa con atención el desarrollo de los acontecimientos. La caída de "Tío Balde" fue un duro golpe para el cártel, pero la lucha está lejos de terminar. La operación de este domingo es una demostración de fuerza, un mensaje contundente de que las autoridades no darán tregua en su empeño por desmantelar las redes del narcotráfico y llevar ante la justicia a todos los responsables. El futuro del Cártel Chiapas-Guatemala pende de un hilo, mientras la justicia cierra el cerco sobre los últimos vestigios del imperio de "Don Balde".
Fuente: El Heraldo de México