
31 de julio de 2025 a las 09:25
Protege a México
La posible imposición de aranceles por parte de Estados Unidos genera incertidumbre, sin duda, pero también nos brinda la oportunidad de reafirmar nuestra soberanía y la fortaleza de nuestra economía. Si bien la amenaza de un 30% de aranceles a ciertas exportaciones fuera del T-MEC es un desafío, no debemos olvidar que la inmensa mayoría de nuestro intercambio comercial con Estados Unidos, un 84%, se encuentra protegido por este acuerdo. Esto significa que, a pesar del ruido mediático y las voces agoreras, la base de nuestra relación comercial se mantiene sólida.
Es crucial entender que la competitividad de nuestros productos no se desvanece con la simple amenaza de aranceles. Incluso con estas medidas unilaterales, nuestras exportaciones mantienen, en muchos casos, ventajas competitivas frente a productos de otras regiones. Factores como la proximidad geográfica, la integración de las cadenas de suministro y la calidad de la mano de obra mexicana siguen siendo activos valiosos.
Ante este panorama, el gobierno de la presidenta Sheinbaum ha actuado con la serenidad y la estrategia necesarias. Lejos de la inacción que algunos pretenden pintar, se ha trabajado arduamente y con meticulosidad, de la mano con expertos y el sector empresarial, para analizar el escenario y preparar las respuestas adecuadas. El optimismo que se percibe en estos sectores no es ingenuidad, sino el resultado de un trabajo serio y responsable que busca minimizar el impacto de cualquier medida proteccionista.
La clave en este momento es la unidad y el apoyo a nuestros productores. Es fundamental brindarles el acompañamiento necesario, con herramientas técnicas, fiscales y logísticas, para que puedan sortear cualquier obstáculo y mantener su competitividad en el mercado internacional. Al mismo tiempo, debemos redoblar esfuerzos para fortalecer el T-MEC, no solo como un instrumento comercial, sino como la base de una relación estratégica con Norteamérica.
El T-MEC no es un simple tratado comercial, es la columna vertebral de nuestra economía y un motor de desarrollo para nuestras comunidades. Ha generado empleos, atraído inversión y nos ha permitido integrarnos de manera más efectiva a las cadenas globales de valor. Defenderlo y actualizarlo es una prioridad, y utilizarlo como plataforma para exigir un trato justo y respetuoso es nuestro derecho. La cooperación no implica subordinación, y México no debe ceder ante presiones unilaterales, especialmente cuando existen mecanismos claros dentro del propio tratado para resolver controversias y fomentar el diálogo.
La visión de la presidenta Sheinbaum, basada en la dignidad en la política exterior, una economía fuerte con justicia social y la cooperación internacional sin sometimiento, es la brújula que nos guía en estos momentos. No se trata de caer en la estridencia, sino de actuar con firmeza y claridad, reafirmando nuestro compromiso con el diálogo y la cooperación, pero sin renunciar a la defensa de nuestros intereses.
El Senado de la República, a través de la Comisión de Seguimiento a la Implementación del T-MEC, se mantiene vigilante y activo, trabajando en estrecha colaboración con los sectores productivos, el Ejecutivo y nuestros socios internacionales. El llamado a evitar medidas unilaterales que dañan a ambos lados de la frontera es constante y firme.
Pase lo que pase el 1 de agosto, México mantendrá su convicción de construir relaciones bilaterales basadas en la cooperación y el respeto mutuo. Esa es la ruta correcta, y en ella nos mantendremos firmes, con la certeza de que la unidad, la estrategia y la defensa de nuestra soberanía son las mejores herramientas para afrontar cualquier desafío.
Fuente: El Heraldo de México