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31 de julio de 2025 a las 09:25

Francia: El Momento de la Verdad

El anuncio del reconocimiento del Estado de Palestina por parte de Francia en septiembre próximo ha generado una oleada de reacciones, desde la esperanza cautelosa hasta el escepticismo más profundo. ¿Se trata de un gesto meramente simbólico, una maniobra política o una decisión con verdadera capacidad transformadora en el conflicto palestino-israelí? La historia reciente nos obliga a analizar este anuncio con lupa, considerando el contexto complejo y las contradicciones inherentes a la postura francesa.

Recordemos que este mismo gobierno francés ha equiparado el antisionismo con el antisemitismo, criminalizando las muestras de solidaridad con el pueblo palestino. Su silencio, casi cómplice, ante la escalada de violencia desde octubre de 2023, contrasta fuertemente con la repentina urgencia de reconocer a Palestina como "prerrequisito para la paz". ¿A qué se debe este cambio de rumbo? ¿Qué intereses geopolíticos se esconden tras esta decisión?

La sombra de Netanyahu y su proyecto expansionista, que busca extender el territorio israelí desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo, se cierne sobre la región. Las cifras hablan por sí solas: más de 60,000 personas asesinadas en Gaza entre octubre de 2023 y julio de 2025, entre ellas miles de niños. La hambruna como arma de guerra, la anexión de Cisjordania, la demolición de hogares palestinos y el desplazamiento forzado de sus habitantes, son solo algunos ejemplos de la brutal realidad que se vive a diario. Ante este panorama desolador, el reconocimiento de Palestina por parte de Francia se antoja, cuanto menos, tardío.

Mientras algunos intentan minimizar o justificar la violencia infligida a la población palestina, incluso despolitizando la crisis humanitaria para facilitar el traslado de población, Macron decide actuar. La presión de la opinión pública francesa, que exige un cese al fuego inmediato, sumada a un pragmatismo político innegable, parecen haber impulsado a Macron a alinearse con las resoluciones de la ONU a favor de los derechos palestinos, resoluciones que, paradójicamente, el propio París ha votado en el pasado.

Si bien es cierto que otros países europeos, como España, Irlanda, Eslovenia y Noruega, se adelantaron a Francia en el reconocimiento de Palestina, la posición de Francia como miembro permanente del Consejo de Seguridad y primer país del G7 en dar este paso, le otorga un peso político significativo. La pregunta clave es si París estará dispuesto a ir más allá de la retórica y ejercer una presión real sobre Israel para que respete la soberanía y la viabilidad del Estado palestino. ¿Se traducirá este reconocimiento en acciones concretas, como sanciones o medidas diplomáticas contundentes?

La comunidad internacional observa con atención. El reconocimiento de Palestina no puede ser un simple acto simbólico. Debe ser el primer paso hacia una solución justa y duradera al conflicto, una solución que garantice la paz y la seguridad tanto para palestinos como para israelíes. El tiempo dirá si Francia está dispuesta a asumir el liderazgo necesario para alcanzar este objetivo, o si se limitará a una declaración de intenciones sin consecuencias reales. La historia, y sobre todo el pueblo palestino, juzgarán sus acciones.

Fuente: El Heraldo de México