Monterrey se prepara para otro día bajo el implacable sol regiomontano. Este jueves 31 de julio de 2025, la canícula continúa apretando, y las altas temperaturas exigen que redoblemos las precauciones para cuidar nuestra salud. No olvidemos que nos encontramos en el corazón de la temporada más calurosa del año, un periodo en el que la ciudad se caracteriza por una sequedad extrema y temperaturas sofocantes, propias del clima semiárido que nos define. Julio, en particular, se ha destacado por un calor inusualmente intenso, con promedios que rondan los 33°C y picos que han superado los 36°C, manteniéndonos en un constante estado de alerta. Las noches, lejos de ofrecer un respiro, también se mantienen cálidas, con mínimas que oscilan entre los 23°C y los 28°C.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha emitido su pronóstico para este jueves, y el panorama no ofrece cambios significativos. Desde la mañana, el calor se hará sentir con temperaturas entre los 22°C y 24°C, acompañadas de un ambiente bochornoso y cielo mayormente nublado. Una ligera bruma podría dificultar la visibilidad en algunos sectores de la ciudad. A medida que avance el día, el termómetro seguirá su ascenso implacable, alcanzando entre 36°C y 37°C durante la tarde. El cielo se despejará parcialmente, dejando pasar los intensos rayos del sol. La baja humedad, estimada en un 25%, incrementará la sensación térmica, haciendo que el calor se perciba aún más intenso.

La noche, lamentablemente, no traerá el alivio esperado. Las temperaturas se mantendrán elevadas, entre 29°C y 30°C, con cielo parcialmente nublado y sin probabilidad de lluvias. En resumen, nos espera otro día seco y caluroso, típico del verano regiomontano. Esta persistencia del calor extremo nos obliga a tomar en serio las recomendaciones de las autoridades estatales y federales. El golpe de calor, la deshidratación y el agotamiento son riesgos latentes, especialmente para los más vulnerables: niños, adultos mayores y personas que trabajan al aire libre.

Es crucial mantenerse hidratado bebiendo abundante agua a lo largo del día, incluso si no se siente sed. Evitar la exposición directa al sol durante las horas de mayor intensidad, buscar lugares frescos y sombreados, y utilizar ropa ligera y de colores claros son medidas esenciales para proteger nuestra salud. Si realizamos actividades al aire libre, es fundamental programar descansos frecuentes en lugares frescos y protegidos del sol. Prestar atención a las señales de nuestro cuerpo es crucial. Ante cualquier síntoma de malestar, como mareos, dolor de cabeza, náuseas o debilidad, es importante buscar atención médica de inmediato.

Además del impacto en la salud, el calor extremo también afecta la calidad del aire. La combinación de altas temperaturas y la falta de viento puede contribuir a la acumulación de contaminantes, lo que puede agravar problemas respiratorios. Se recomienda a las personas con enfermedades respiratorias preexistentes que limiten sus actividades al aire libre y sigan las indicaciones de sus médicos. La solidaridad también juega un papel importante en estos momentos. Estar pendientes de nuestros vecinos, especialmente de los adultos mayores que viven solos, puede marcar la diferencia. Un simple gesto de ayuda, como llevarles agua fresca o asegurarse de que se encuentren bien, puede ser invaluable. Recuerda, la prevención es la mejor herramienta para enfrentar esta ola de calor. Informarse, tomar precauciones y cuidarnos mutuamente nos ayudará a sobrellevar este periodo de altas temperaturas de la mejor manera posible.