
Inicio > Noticias > Noticias Locales
30 de julio de 2025 a las 04:40
Tláhuac: Canal invadido inunda 19 viviendas
La lluvia torrencial del lunes dejó una cicatriz de devastación en la colonia La Conchita, Tláhuac. Diecinueve hogares, refugios de familias, ahora se encuentran marcados por el lodo y el agua que se desbordó del canal Luis Delgado, un torrente embravecido que penetró en la intimidad de sus vidas. La imagen es desoladora: muebles arruinados, recuerdos empapados, la huella imborrable de la naturaleza desatada. Las autoridades capitalinas, con la Jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, a la cabeza, se han movilizado rápidamente, realizando un censo de los daños y prometiendo apoyo a las familias afectadas. Pero más allá de las cifras, se vislumbra la angustia de quienes lo han perdido todo, la incertidumbre ante el futuro y la necesidad imperante de reconstruir no solo sus hogares, sino también sus vidas.
El Secretario de Gestión Integral del Agua (Segiagua), Mario Esparza Hernández, ha señalado la raíz del problema: la pérdida de capacidad del canal Luis Delgado debido a construcciones irregulares. Un desarrollo urbano sin planificación, la invasión del cauce natural del agua, ha convertido este canal en una bomba de tiempo que, lamentablemente, ha estallado con la fuerza de la naturaleza. La intrusión en el trayecto que conectaba con el canal de Chalco, la salida natural del agua, ha estrangulado el flujo, convirtiendo al canal Luis Delgado en un vaso regulador sin escape, una trampa mortal para el agua en exceso.
Ante la emergencia, se activó el operativo Tlaloque, un ejército de máquinas y hombres luchando contra los elementos. Los equipos Hércules, verdaderos titanes con capacidad de succionar 700 litros por segundo, trabajan incansablemente junto a las unidades hidroneumáticas, mientras las brigadas recorren las calles y los hogares, paleando lodo, retirando escombros, intentando devolver un semblance de normalidad a un paisaje devastado.
La tragedia del canal Luis Delgado no es un evento aislado. Es un síntoma de un problema mayor: la falta de planificación urbana, la permisividad ante las construcciones irregulares, la creciente vulnerabilidad de la ciudad ante los embates de la naturaleza. Las autoridades ya trabajan en un proyecto de infraestructura hidráulica, una solución a largo plazo que busca evitar futuras tragedias. Un colector, una planta de bombeo, una línea presurizada, son las piezas de un puzzle que intentará domar la furia del agua y proteger a la población.
Mientras tanto, la amenaza de la lluvia persiste. La Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC) ha activado la Alerta Amarilla en seis alcaldías. La ciudad se prepara para un nuevo embate, con la esperanza de que la tragedia de La Conchita no se repita. La lluvia, fuente de vida, se ha convertido en una amenaza constante. La ciudad, en un campo de batalla donde la naturaleza y el hombre se enfrentan en una lucha desigual. La solidaridad, la prevención y la planificación son las armas con las que debemos enfrentar este desafío.
Fuente: El Heraldo de México