El calor de agosto se siente con fuerza, pero eso no significa que nuestro huerto deba sufrir. Al contrario, es momento de redoblar cuidados y planificar estratégicamente para disfrutar de una cosecha abundante en otoño. Si bien el calendario lunar nos guía, las condiciones climáticas propias de agosto también juegan un papel crucial. Por ello, hemos elaborado esta guía semanal para que tu huerto se mantenga vibrante y productivo, incluso bajo el sol agosteño.

Semana 1: Preparando el terreno.

Agosto comienza y con él, la necesidad de proteger nuestras plantas del intenso sol. El riego se convierte en un arte: ni muy temprano, para evitar la evaporación, ni muy tarde, para prevenir hongos. Lo ideal es regar al amanecer o al caer la tarde, cuando el sol da una tregua. Esta semana, además de mantener la hidratación, es crucial eliminar las malas hierbas que compiten con nuestros cultivos por nutrientes y agua. Un huerto limpio es un huerto sano. Si planeas sembrar lechuga, espinaca o acelga, esta es la semana ideal. En tan solo unas semanas, estarás disfrutando de sus hojas frescas en tus ensaladas.

Semana 2: Nutriendo la tierra.

Con el calor, la tierra se agota rápidamente. Es momento de nutrirla con composta o humus de lombriz. Esto no solo enriquecerá el suelo, sino que también mejorará su capacidad de retención de agua, crucial en esta época del año. Si aún no has sembrado rábanos o zanahorias, esta es tu oportunidad. Recuerda que las raíces necesitan un suelo suelto y bien drenado para desarrollarse correctamente. Además, presta atención a posibles plagas. El calor y la humedad propician la aparición de insectos. Inspecciona tus plantas regularmente y toma medidas preventivas.

Semana 3: El baile de la luna.

La luna influye en el crecimiento de las plantas. Esta semana, aprovecha la fase lunar propicia para sembrar cultivos de fruto, como pepinos, calabacitas y chiles. Recuerda que, aunque su cosecha tardará un poco más, la recompensa valdrá la pena. Continúa con el riego constante y la eliminación de maleza. Si observas alguna planta con signos de enfermedad, aíslala y trata de identificar la causa para evitar que se propague al resto del huerto.

Semana 4: Preparándonos para la cosecha.

El final de agosto se acerca y con él, la promesa de una cosecha otoñal. Si sembraste lechuga, espinaca o acelga en la primera semana, es probable que ya estén listas para cosechar. Recuerda cortar solo las hojas exteriores para permitir que la planta siga produciendo. Si optaste por rábanos o zanahorias, ten paciencia, aún necesitan un poco más de tiempo. Continúa con los cuidados básicos: riego, control de plagas y eliminación de maleza. Y no olvides planificar tus próximas siembras para septiembre. El ciclo de la naturaleza continúa y nuestro huerto debe estar preparado.

Además de estas recomendaciones semanales, recuerda:

• Protección solar: Utiliza mallas de sombreo o coloca tus plantas en zonas con sombra parcial durante las horas de mayor intensidad solar.
• Riego eficiente: Opta por sistemas de riego por goteo para evitar el desperdicio de agua.
• Control de plagas natural: Utiliza insecticidas naturales a base de ajo, cebolla o chile para mantener a raya a los insectos.
• Rotación de cultivos: Planifica la rotación de cultivos para evitar el agotamiento del suelo y prevenir enfermedades.

Con estos consejos, tu huerto estará en plena forma durante agosto y te regalará una abundante cosecha en los meses venideros. ¡Disfruta del proceso y de los frutos de tu trabajo!