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30 de julio de 2025 a las 23:00

Nieta confiesa brutal asesinato de su abuela

La tranquilidad de Irvington, Alabama, se vio brutalmente interrumpida por un acto de violencia inimaginable. Una mujer de 70 años, Diane Trest, fue encontrada sin vida en el jardín de su casa, víctima de un aparente ataque con un mazo. Lo más estremecedor del caso es que la principal sospechosa es su propia nieta, una adolescente identificada como Mia Lupton, quien fue arrestada en el lugar de los hechos. El silencio de la tarde se rompió con la llegada de las patrullas, alertadas por una llamada al 911 que reportaba un posible ataque. La policía confirmó el fallecimiento de la señora Trest y, a escasos metros de su cuerpo, el macabro hallazgo: el mazo, presuntamente el arma homicida.

La detención de Mia Lupton se produjo el sábado por la noche. La Oficina del Sheriff del Condado de Mobile no solo la acusa de asesinato, sino también de robo en segundo grado. Según la información oficial, tras el presunto ataque, la joven intentó huir. Para ello, habría irrumpido en la casa de una vecina, empujándola y exigiéndole las llaves de su vehículo. El pánico y la desesperación se apoderaron de la tranquila comunidad.

El relato de los testigos aporta aún más dramatismo a la tragedia. Una vecina declaró a los investigadores que la propia Lupton le confesó haber matado a su abuela. La confesión generó una profunda conmoción e impulsó una rápida respuesta policial. Otros dos testigos corroboraron haber sido abordados por una joven visiblemente alterada, quien les confesó haber golpeado a una mujer hasta la muerte. Todos coincidieron en que la adolescente parecía estar fuera de sí.

La historia, sin embargo, tiene un trasfondo aún más oscuro. Vecinos de la zona revelaron que los conflictos eran frecuentes en la casa de Diane Trest. Cheryl Edwards, quien conocía a la víctima desde hacía una década, relató haber visto en varias ocasiones a la señora Trest con marcas en la piel. Aunque la explicación que ella daba era que se las habían hecho sus perros, Edwards y otros residentes sospechaban que algo más turbio ocurría en el interior de la vivienda.

La preocupación llevó a algunos vecinos a advertirle a la señora Trest sobre el posible peligro que corría, instándola a buscar ayuda. Sin embargo, ella siempre se mantuvo reservada sobre su situación familiar. "Siempre nos hablaba de sus hijos y nietos. Se notaba que los quería mucho, pero también que estaba preocupada", recordó Edwards con tristeza, para quien la tragedia, aunque dolorosa, no fue del todo inesperada.

La comunidad se encuentra consternada, intentando comprender las razones que llevaron a Mia Lupton a cometer semejante acto. La investigación sigue en curso, buscando esclarecer los motivos del crimen y determinar si hubo señales de alerta que podrían haber prevenido esta tragedia. Mientras tanto, la joven espera su comparecencia ante un juez para la audiencia de fianza. Familiares y amigos lloran la pérdida de Diane Trest, recordándola como una persona amable y religiosa, que siempre hablaba con cariño de su fe. Su sobrina, a través de un conmovedor mensaje en redes sociales, pide oraciones por su familia.

Este caso nos recuerda la importancia de estar atentos a las señales de violencia doméstica y la necesidad de intervenir cuando sospechamos que alguien está en peligro. Las autoridades instan a la comunidad a comunicarse con los servicios de emergencia o con instituciones especializadas ante cualquier indicio de maltrato. La tragedia de Irvington deja una profunda herida en la comunidad y nos recuerda la fragilidad de la vida y la importancia de la prevención y la atención a la salud mental. En los próximos días se esperan nuevos detalles que arrojen luz sobre este terrible suceso y permitan comprender mejor qué ocurrió en esa casa, donde la violencia silenciosa finalmente estalló en un acto de horror indescriptible.

Fuente: El Heraldo de México