
Inicio > Noticias > Meteorología
31 de julio de 2025 a las 02:20
Lluvias récord: ¿Qué esperar en Julio?
Las lluvias torrenciales que azotaron México durante junio de 2025 han dejado una marca imborrable en la historia meteorológica del país. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha confirmado lo que muchos sospechábamos: este junio se ha coronado como el mes más lluvioso desde que comenzaron los registros en 1941, superando incluso el ya excepcional junio de 2024. Imaginen la fuerza de la naturaleza desatada, un diluvio constante que ha reescrito los libros de récords.
Con una precipitación promedio de 155 milímetros a nivel nacional, junio de 2025 superó por un amplio margen la media registrada entre 1991 y 2020, que se situaba en 99.3 milímetros. Esta diferencia de 55.7 milímetros no es solo una cifra fría, es un testimonio del poderío de las tormentas que han barrido el país, dejando a su paso un panorama de contrastes: la vitalidad renovada de la tierra fértil y el desafío impuesto por las inundaciones y deslaves.
Guerrero, Oaxaca y el Estado de México, entidades acostumbradas a la fuerza de la naturaleza, también se vieron sorprendidas. Las precipitaciones alcanzaron niveles históricos, desbordando ríos y causando estragos en comunidades enteras. Las imágenes de calles convertidas en ríos, casas inundadas y familias buscando refugio nos recuerdan la vulnerabilidad que enfrentamos ante la furia de los elementos. La Conagua, en su labor de monitoreo constante, ha documentado minuciosamente estos eventos, proporcionando información crucial para la prevención y atención de desastres.
Pero la historia de junio de 2025 no se limita a las lluvias torrenciales en tierra firme. El Océano Pacífico también fue escenario de una actividad ciclónica inusualmente intensa. Cinco ciclones con nombre se formaron en sus aguas, a tan solo uno del récord histórico de 2018. Estos gigantes meteorológicos, con su potencial destructivo, mantuvieron en vilo a las poblaciones costeras, recordándonos la importancia de la preparación y la alerta temprana.
Desde las áridas tierras del norte hasta las exuberantes selvas del sur, prácticamente todo el territorio nacional experimentó un junio empapado. Solo Coahuila y Yucatán escaparon a la tendencia general, manteniéndose relativamente secos en medio del diluvio nacional. Este contraste resalta la complejidad del clima mexicano, un mosaico de regiones con características únicas que responden de manera diferente a los patrones meteorológicos globales.
La combinación de lluvias intensas y altas temperaturas en el norte del país creó un ambiente propicio para la proliferación de mosquitos y otros insectos, aumentando el riesgo de enfermedades transmitidas por vectores. Las autoridades sanitarias han redoblado sus esfuerzos para controlar la situación y proteger la salud de la población.
¿Qué nos depara el futuro? ¿Serán las lluvias de junio de 2025 un evento aislado o una señal de un cambio climático más profundo? Los expertos continúan analizando los datos, buscando respuestas en los patrones meteorológicos y las tendencias globales. Mientras tanto, la resiliencia del pueblo mexicano se pone a prueba una vez más, demostrando su capacidad de adaptación y su espíritu de solidaridad ante la adversidad. La reconstrucción, la prevención y la concienciación ambiental serán claves para afrontar los desafíos que nos presenta un clima cada vez más impredecible.
Fuente: El Heraldo de México