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30 de julio de 2025 a las 22:25

La verdad sobre las "temporadas" de sismos

La creencia popular de una "temporada de sismos" en septiembre, alimentada por la coincidencia de eventos trágicos en este mes a lo largo de la historia de México, ha generado inquietud y especulación. Sin embargo, la ciencia, a través de las voces expertas de la UNAM, desmiente categóricamente esta idea. No existe una relación causal entre el mes de septiembre y la ocurrencia de sismos. Los sismos son fenómenos geológicos, originados en el interior de la Tierra, ajenos a las condiciones atmosféricas o a cualquier ciclo temporal superficial. Como bien explica el investigador Luis Quintanar, del Instituto de Geofísica de la UNAM, los sismos ocurren a lo largo del año y la preparación constante es la clave para mitigar su impacto.

Es comprensible que la memoria colectiva, marcada por eventos como los sismos del 19 de septiembre de 1985 y 2017, así como el del 7 de septiembre de 2017 en Juchitán, cree una asociación entre septiembre y los temblores. Sin embargo, es crucial basar nuestra comprensión de estos fenómenos en el conocimiento científico. La coincidencia temporal no implica causalidad. De hecho, la historia sísmica de México registra eventos significativos en otros meses, como el sismo del 28 de julio de 1957, conocido como "el temblor del Ángel", lo que refuerza la idea de que la actividad sísmica no se limita a un mes específico.

Ante la imposibilidad de predecir los sismos, la preparación se convierte en nuestra mejor herramienta. Participar en simulacros, revisar el estado de nuestras construcciones y atender las indicaciones de las autoridades son medidas fundamentales para protegernos. Además, es importante informarnos a través de fuentes confiables, como la UNAM y el Servicio Sismológico Nacional (SSN), para evitar la propagación de mitos y desinformación.

La alta actividad sísmica en México se debe principalmente a la interacción de cinco placas tectónicas en el territorio nacional. Este factor geológico, junto con otros como la extracción de agua de los mantos acuíferos en el Valle de México, influye en la frecuencia e intensidad de los sismos. Arturo Iglesias Mendoza, Jefe del SSN, reitera la inexistencia de una "temporada de sismos" y la importancia de la monitorización constante, que el SSN realiza las 24 horas del día, los 365 días del año. Es importante recordar que la tierra está en constante movimiento y los sismos son una manifestación natural de esta dinámica. La prevención y la educación son nuestras mejores aliadas para convivir con este fenómeno y minimizar sus consecuencias. Mantenerse informado, preparado y alerta es la clave para afrontar cualquier eventualidad sísmica, independientemente del mes del año. La ciencia nos proporciona el conocimiento necesario para comprender la realidad de los sismos y actuar de forma responsable. No caigamos en la trampa de los mitos y las creencias infundadas.

Fuente: El Heraldo de México