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30 de julio de 2025 a las 03:10

¿Duende real? Video viral asusta

En la era digital, donde las cámaras se han convertido en una extensión de nuestros sentidos, la línea entre lo real y lo imaginario se difumina constantemente. Un nuevo video viral en TikTok, originado por la cuenta @ufo.saw, ha reavivado el debate sobre la existencia de seres míticos, concretamente duendes, al mostrar una pequeña figura humanoide en un bosque. Este tipo de grabaciones, aunque de veracidad cuestionable, reavivan la fascinación por estas criaturas que han poblado el folclore de diversas culturas durante siglos.

Los duendes, figuras recurrentes en los mitos y leyendas, son descritos como seres humanoides de pequeña estatura, generalmente no mayores a 40 centímetros. Se les atribuye una fuerte conexión con la naturaleza, habitando bosques, montañas y cuevas, e incluso, según algunas creencias, compartiendo espacios con los humanos en sus hogares. Su carácter es a menudo descrito como travieso y juguetón, pero también se les atribuyen poderes mágicos y, en algunas tradiciones, un lado más oscuro y peligroso. Se les considera guardianes de tesoros y conocedores de secretos ancestrales, interactuando con los humanos solo por voluntad propia o cuando se sienten provocados.

En Latinoamérica, la creencia en duendes se ha fusionado con las tradiciones indígenas precolombinas, creando un rico folklore. Se les ve como seres que interactúan, en especial, con los niños, pudiendo protegerlos o, en versiones más siniestras, incluso secuestrarlos. Esta creencia ha dado lugar a rituales y prácticas para proteger a los infantes de su influencia.

El video en cuestión, grabado en un bosque con escasa iluminación, muestra una figura de entre 25 y 30 centímetros de altura con características humanoides, pero con una cabeza desproporcionadamente grande y calva. La piel de la criatura parece tener un tono verdoso que se mimetiza con la vegetación circundante. Su movimiento es lento y cauteloso. Algunos usuarios afirman distinguir una vestimenta peculiar: un chaleco café, una camisa blanca y pantalones rojos con rayas blancas. El ambiente sonoro del video se limita a los sonidos naturales del bosque, con el viento moviendo las hojas, mientras la cámara permanece estática, sugiriendo la cautela del testigo.

Si bien la autenticidad del video es debatible, la posibilidad de un encuentro con un duende, en el hipotético caso de su existencia, plantea interrogantes sobre cómo reaccionar. El folklore ofrece algunas pautas, basadas más en la tradición oral que en la evidencia empírica. La recomendación principal es evitar mostrar miedo o agresividad, ya que los duendes son descritos como sensibles a las emociones humanas. El respeto y la calma son cruciales. Se aconseja no aceptar regalos u objetos que pudieran ofrecer, ya que podrían estar imbuidos de magia o conllevar consecuencias inesperadas. En caso de interacción, se recomienda escuchar con atención, pero con cautela, dado que los duendes, en algunas leyendas, son conocidos por su astucia y sus engaños.

Algunas tradiciones recomiendan el uso de amuletos o símbolos protectores, como tijeras abiertas bajo la almohada, cruces o incluso rezos específicos. Si el encuentro ocurre en el hogar, se sugiere colocar plantas como la ruda o el romero, consideradas protectoras en algunas culturas. Finalmente, es importante recordar que los duendes, en muchas leyendas, tienen la capacidad de distorsionar el tiempo y el espacio. Mantenerse consciente del entorno y del paso del tiempo es fundamental en caso de un encuentro de este tipo.

El video viral y la creencia en duendes nos invitan a reflexionar sobre la persistencia de lo mítico en la era de la tecnología. Aunque la ciencia busca explicaciones racionales, el misterio y la fascinación por lo desconocido siguen alimentando nuestra imaginación y manteniendo vivas las leyendas que han trascendido generaciones. La pregunta sigue abierta: ¿son estos videos prueba de la existencia de seres sobrenaturales, o simplemente un reflejo de nuestra necesidad de creer en algo más allá de lo tangible? La respuesta, quizás, se encuentre en la frontera difusa entre lo que vemos y lo que queremos creer.

Fuente: El Heraldo de México