Adentrémonos en el fascinante mundo de la lateralidad canina. ¿Sabías que, al igual que los humanos, los perros también pueden ser diestros o zurdos? Aunque a simple vista pueda parecer un detalle insignificante, la preferencia por usar una pata u otra nos revela información crucial sobre su comportamiento y hasta su personalidad.

Un extenso estudio realizado por la Universidad de Lincoln, con la participación de más de 17,000 perros, arrojó luz sobre este tema. Imaginen la logística de semejante investigación: miles de canes, cada uno con su propia idiosincrasia, participando en un experimento diseñado para desentrañar los misterios de su lateralidad. El método, ingenioso en su simplicidad, consistió en colocar un sabroso bocado dentro de un tubo, obligando a los peludos participantes a utilizar una de sus patas para alcanzar el premio. Repitiendo la prueba varias veces, los investigadores pudieron determinar la pata preferida de cada perro.

Los resultados, publicados en Psychology Today, revelaron una interesante tendencia: la mayoría de los perros son diestros, al igual que los humanos. Sin embargo, el género juega un papel fundamental en esta preferencia. Mientras que en las hembras la diestra predominó con un 60.7%, en los machos el porcentaje se redujo al 56.1%, indicando una mayor prevalencia de zurdera en el sexo masculino. Esta diferencia plantea una intrigante pregunta: ¿influyen las hormonas sexuales en la lateralidad canina, tal como se ha sugerido en los humanos? Es un campo de investigación que promete fascinantes descubrimientos en el futuro.

Pero, ¿cómo podemos determinar la lateralidad de nuestra propia mascota? No es necesario un laboratorio sofisticado ni un título en veterinaria. Basta con observar su comportamiento en situaciones cotidianas. ¿Con qué pata juega a la pelota? ¿Cuál usa para rascar la puerta? ¿Con cuál intenta alcanzar un juguete fuera de su alcance? Prestando atención a estos pequeños detalles, podemos desentrañar el misterio de la lateralidad de nuestro compañero canino.

Las investigadoras Kirsty Laverack y Elisa Frasnelli, responsables del estudio de la Universidad de Lincoln, sugieren observar qué pata utiliza nuestro perro para alcanzar un objeto o qué pata apoya primero al bajar una escalera. Incluso, un simple juego de "dame la pata" puede darnos pistas valiosas.

Es importante destacar que la zurdera en perros no es un defecto ni una anomalía. Es simplemente una característica individual, tan natural como el color de su pelaje o la forma de sus orejas. De hecho, conocer y respetar la lateralidad de nuestra mascota puede contribuir a su bienestar, permitiéndonos adaptar los juegos y entrenamientos a sus preferencias y, de esta forma, potenciar sus habilidades al máximo.

Así que, la próxima vez que juegues con tu perro, observa con atención sus patas. Quizás descubras un zurdo oculto entre sus habilidades. Y recuerda, la clave para una convivencia armoniosa con nuestros amigos peludos reside en la observación, la comprensión y el respeto por sus individualidades.