El mundo de la música está de luto. La noticia del fallecimiento de Paul Mario Day, voz de The Sweet durante los vibrantes años 80, ha resonado como un trueno entre los fanáticos del rock. Andy Scott, guitarrista y miembro fundador de The Sweet, compartió la triste noticia a través de las redes sociales, un mensaje cargado de pesar y condolencias para Cecily, la esposa de Paul, así como para su familia y amigos. "Un día triste para todos los fans de Sweet", una frase corta pero que encapsula el sentimiento de una generación marcada por los himnos de esta legendaria banda.

La llegada de Paul Mario Day a The Sweet en 1985 marcó un punto de inflexión. Mick Tucker y Andy Scott buscaban reconstruir la banda tras la separación de la formación original, una tarea titánica. Sin embargo, desde el primer instante en que Paul se presentó a la audición, la chispa se encendió. Supieron, con una certeza casi intuitiva, que habían encontrado la voz que necesitaban. La respuesta del público no se hizo esperar. Sus primeras presentaciones en Australia y Europa fueron un rotundo éxito, con entradas agotadas y una energía desbordante. Tres noches inolvidables en el legendario Marquee de Londres quedaron inmortalizadas en el álbum en vivo, video y DVD "Live at the Marquee", un testimonio del poderío vocal de Day y una joya para los coleccionistas. Su interpretación en este material, cargada de fuerza y matices, continúa resonando con la misma intensidad décadas después.

Pero la historia de Paul Mario Day no se limita a su paso por The Sweet. Su nombre, aunque a menudo olvidado por la historia oficial, está grabado en los cimientos del heavy metal. Fue él, Paul Mario Day, la primera voz de Iron Maiden. Mucho antes de la icónica presencia de Bruce Dickinson, incluso antes de que Paul Di'Anno dejara su huella en los primeros álbumes, Day fue quien dio los primeros gritos de guerra de la doncella de hierro.

Corría el año 1975. En los pubs oscuros y humeantes del este de Londres, un grupo de jóvenes músicos se reunía para dar forma a un sonido que cambiaría la historia del metal. Entre ellos, Paul Day, cuya voz se fusionaba con la energía cruda de los primeros riffs de Steve Harris y Dave Murray. Aunque no existen grabaciones oficiales de esta época, quienes presenciaron esos conciertos recuerdan una voz con un estilo más rockero, un rango vocal notable y una presencia escénica que se complementaba con la incipiente furia de la banda.

Sin embargo, los caminos del destino son caprichosos. A pesar de su talento, la visión musical de Day no encajaba del todo con la dirección que Steve Harris quería para Iron Maiden. En 1976, Dennis Wilcock tomó el relevo, marcando el final de la breve pero significativa participación de Day en la historia de la banda.

Tras su salida de Iron Maiden, Paul Day continuó su viaje musical. Formó parte de otras bandas, como More, con quienes grabó el álbum "Warhead" en 1981, y Wildfire, demostrando su versatilidad y su inquebrantable pasión por el rock y el metal. Aunque nunca alcanzó la fama masiva, su legado persiste. La historia de Paul Mario Day es un recordatorio de que las grandes leyendas se construyen con la contribución de muchas voces, algunas de ellas silenciadas por el paso del tiempo, pero no menos importantes. Su nombre, aunque no brille con la misma intensidad que otros, forma parte de la épica saga de Iron Maiden, un testimonio de su pasión y una nota al pie esencial en la historia del heavy metal. Su voz, aunque ya no esté con nosotros, seguirá resonando en los corazones de quienes recuerdan su paso por The Sweet y en el susurro de la leyenda que lo une a los orígenes de una de las bandas más grandes de todos los tiempos.