La tensión se palpa en la Universidad Politécnica de Tulancingo (UPT). Un enfrentamiento entre un alumno y un profesor ha destapado una olla a presión llena de acusaciones de bullying, amenazas, y una supuesta cultura de impunidad dentro de la institución. Manuel “N”, estudiante de Comercio Internacional y Aduanas, no solo protagonizó un video viral donde se le ve golpeando a su profesor, Ángel “N”, sino que también ha presentado una denuncia penal por amenazas ante la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH). El caso ha polarizado a la comunidad universitaria y ha puesto en el ojo del huracán la gestión de la UPT ante las denuncias de acoso.

Mientras el video circula por las redes sociales, generando un debate acalorado sobre la violencia estudiantil y la justificación de la misma, Manuel “N” asegura que sus acciones fueron una reacción a un prolongado periodo de hostigamiento y bullying por parte del profesor. Según el estudiante, el video está descontextualizado y no muestra la sistemática humillación que ha sufrido desde el primer cuatrimestre, incluyendo apodos denigrantes como “el Bebote”. Además, afirma haber notificado a las autoridades universitarias sobre estas agresiones sin obtener respuesta, lo que le llevó a sentir una profunda frustración y desamparo institucional.

El joven denunciante alega que el profesor se jactaba de tener influencias dentro de la UPT, asegurando contar con protección que le permitía actuar con impunidad. Incluso, Manuel “N” sostiene que la universidad intentó silenciarlo, presionándolo para que no hiciera público el caso. Esta supuesta cultura de silencio y protección habría sido el detonante para que el estudiante decidiera llevar el caso ante la PGJEH, buscando justicia y que se tomen medidas contra el docente.

Por otro lado, Ángel “N”, el profesor involucrado, también ha presentado una denuncia penal, en este caso por lesiones, argumentando haber sido víctima de una agresión física injustificada. La UPT, en medio de la controversia, ha optado por suspender temporalmente al catedrático, una decisión que si bien busca apaciguar los ánimos, también deja entrever la existencia de denuncias previas en contra del docente.

El video, mudo testigo de la explosión de tensiones acumuladas, muestra al alumno golpeando repetidamente a su profesor, quien permanece en el suelo. La intervención de una compañera logra detener la agresión, pero la imagen ya ha dado la vuelta a las redes, alimentando la polémica y abriendo interrogantes sobre el clima de convivencia dentro de la UPT. ¿Se trata de un caso aislado o es el síntoma de un problema más profundo? ¿Fallaron los protocolos de la universidad para atender las denuncias de acoso? ¿Qué medidas se tomarán para garantizar un ambiente seguro y respetuoso para toda la comunidad universitaria? Estas son algunas de las preguntas que exigen respuestas en medio de este escándalo que ha sacudido a la UPT. La investigación de la PGJEH será crucial para esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades de cada una de las partes involucradas.