En el corazón verde de la Ciudad de México, entre los frondosos árboles y los apacibles lagos de la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec, se ha escrito una historia de solidaridad y rescate que ha conmovido a la comunidad. Un pequeño patito, indefenso ante la amenaza de un can, encontró refugio en los brazos protectores de los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, quienes demostraron que su labor va más allá de la simple vigilancia, extendiéndose a la protección de la fauna que habita este pulmón urbano.

Todo comenzó con la atenta observación de una ciudadana, cuyo corazón se encogió al presenciar la vulnerabilidad del pequeño animal herido. Sin dudarlo, reportó el incidente a los uniformados que patrullaban la zona. Con la prontitud que caracteriza a quienes velan por la seguridad de todos, los oficiales se desplegaron en la búsqueda del patito. La descripción proporcionada por la ciudadana fue clave para dar con él entre la vegetación y los senderos del parque, ubicado en la colonia San Miguel Chapultepec.

La escena que encontraron conmovió a los uniformados: el pequeño pato, con manchas de sangre en su costado, evidenciaba el reciente ataque. Con sumo cuidado y evitando causarle más daño, lo tomaron entre sus manos y lo colocaron delicadamente en una caja de cartón, improvisando un refugio seguro para el pequeño ser. La prioridad era clara: conseguirle atención veterinaria lo antes posible.

Mientras gestionaban el traslado del patito, los oficiales realizaron una primera evaluación de sus heridas. La hipótesis que cobró mayor fuerza fue la de un ataque canino, una situación lamentable que pone de manifiesto la importancia de la tenencia responsable de mascotas, especialmente en espacios públicos como el Bosque de Chapultepec, donde la fauna silvestre convive con los visitantes.

El destino del pequeño patito estaba trazado: el prestigioso Zoológico de Chapultepec, un lugar donde recibiría la atención especializada que necesitaba. Los trabajadores del Bosque de Chapultepec, expertos en el manejo de la fauna local, se unieron a la cadena de solidaridad y se encargaron del traslado del patito al zoológico. Allí, veterinarios expertos evaluarían su condición y le brindarían los cuidados necesarios para su pronta recuperación.

La Secretaría de Seguridad Ciudadana, al dar a conocer la noticia, no solo informó sobre el rescate del patito, sino que también envió un mensaje de esperanza a la comunidad. El pequeño ánade se encuentra estable, bajo la atenta mirada de los profesionales del Zoológico de Chapultepec. Su historia se ha convertido en un símbolo de la importancia de la colaboración ciudadana y la dedicación de las autoridades en la protección de la vida silvestre, recordándonos que cada ser vivo, por pequeño que sea, merece nuestro respeto y cuidado. Este incidente también sirve como recordatorio para que los dueños de mascotas sean responsables y mantengan a sus perros bajo control, especialmente en áreas donde pueden interactuar con la fauna local. La convivencia pacífica entre animales domésticos y silvestres es crucial para mantener la armonía del ecosistema del Bosque de Chapultepec.