¡México sigue brillando en el Mundial de Deportes Acuáticos Singapur 2025! La emoción es palpable tras la impresionante actuación de nuestras clavadistas, Mía y Lía Cueva, quienes con tan solo 14 años, han conquistado el bronce en la final de trampolín de 3 metros sincronizados. Imaginen el futuro que les espera a estas jóvenes promesas, ¡un futuro bañado en oro! Su sincronía, precisión y valentía nos han dejado sin aliento, demostrando que la edad no es un impedimento para alcanzar la grandeza. Un podio compartido con las potencias de China y Gran Bretaña, ¡qué orgullo!

Este triunfo no es un hecho aislado, sino el reflejo del arduo trabajo y la dedicación de todo el equipo mexicano. Con esta medalla de bronce, México suma ya seis preseas en el campeonato, un logro que resuena con fuerza en cada rincón del país. Cuatro platas y dos bronces confirman el excelente momento que vive el deporte mexicano en la escena internacional. Las palabras de la Presidenta Sheinbaum, llenas de orgullo y emoción, representan el sentir de toda una nación que vibra con cada clavado, cada brazada, cada triunfo de nuestros atletas.

El lunes fue una jornada igualmente memorable, con dos platas que nos hicieron saltar de alegría. Osmar Olvera y Juan Celaya, subcampeones olímpicos en París 2024, demostraron una vez más su maestría en el trampolín de 3 metros sincronizados, superando incluso su propia marca olímpica. ¡Una hazaña digna de aplausos! Su precisión y elegancia en cada clavado nos recordaron por qué son considerados de los mejores del mundo. La entrega de medallas por parte de Rommel Pacheco, director de la CONADE, fue un momento especialmente emotivo, un símbolo del legado y la continuidad en el deporte mexicano.

Y la dupla femenina formada por Gabriela Agúndez, medallista olímpica en Tokio 2020, y Alejandra Estudillo, no se quedó atrás. Con una actuación impecable en la plataforma de 10 metros sincronizados, se colgaron la medalla de plata, demostrando la fuerza y el talento de las mujeres mexicanas en los clavados. Su sincronización y la dificultad de sus clavados nos mantuvieron al filo de la butaca, admirando su valentía y precisión.

Estas victorias no son producto de la casualidad, sino del esfuerzo constante, la disciplina férrea y el apoyo incondicional de sus entrenadores, familias y de todo México. Cada medalla es un testimonio del compromiso de nuestros atletas con la excelencia, un ejemplo inspirador para las nuevas generaciones que sueñan con representar a nuestro país en los escenarios deportivos más importantes del mundo. ¡Sigamos apoyando a nuestros atletas, sigamos celebrando sus triunfos y sigamos soñando en grande! El futuro del deporte mexicano es brillante, y estamos listos para seguir cosechando éxitos. ¡Viva México!