
29 de julio de 2025 a las 12:20
¡Más Empleos!
El mercado laboral mexicano muestra signos de dinamismo con un continuo crecimiento en la creación de empleo por cuarto mes consecutivo. Las cifras del Inegi revelan una adición de más de 200 mil puestos de trabajo en junio de 2025, alcanzando un total de más de 60 millones de ocupados. Este impulso positivo representa un aumento significativo comparado con junio de 2024, confirmando una tendencia alentadora en la recuperación económica. Sin embargo, el análisis detallado de estas cifras revela un panorama complejo.
Si bien celebramos el aumento en la creación de empleo, la informalidad continúa siendo un desafío persistente. De los nuevos empleos generados, la mayoría se concentra en el sector informal, lo que significa que una gran parte de la población trabajadora sigue sin acceso a las protecciones y beneficios de la formalidad. Esto perpetúa un ciclo de precariedad laboral, limitando el crecimiento económico y el desarrollo social. Imaginemos el impacto en la vida de millones de familias que no cuentan con seguridad social, prestaciones de salud o un salario digno. La informalidad no solo afecta a los trabajadores, sino también al sistema económico en su conjunto, al reducir la recaudación fiscal y la productividad.
Es crucial comprender las causas que subyacen a esta persistente informalidad. Factores como la falta de acceso a financiamiento para las pequeñas y medianas empresas, la complejidad de los trámites burocráticos y la insuficiente oferta de empleos formales contribuyen a este problema. Además, la brecha salarial entre el sector formal e informal incentiva a muchos trabajadores a optar por la segunda opción, a pesar de la falta de protecciones.
La experta Beatriz Robles, de Manpower México, acierta al señalar la necesidad de un entorno que promueva la inversión y facilite la creación de empleos formales. Se requieren políticas públicas que simplifiquen la formalización de empresas, incentiven la inversión en sectores estratégicos y fortalezcan la inspección laboral. Asimismo, es fundamental invertir en educación y capacitación para mejorar las habilidades de la fuerza laboral y aumentar su competitividad en el mercado.
El camino hacia un mercado laboral más inclusivo y equitativo requiere un esfuerzo conjunto entre el gobierno, el sector privado y la sociedad civil. Debemos impulsar estrategias que no solo generen empleos, sino que también promuevan la transición hacia la formalidad. Un mercado laboral sólido, donde los trabajadores tengan acceso a derechos y protecciones, es la base para un crecimiento económico sostenible y un mayor bienestar para todos los mexicanos. La tarea es compleja, pero con voluntad política y acciones concretas podemos construir un futuro laboral más prometedor. El crecimiento del empleo es una buena noticia, pero no podemos conformarnos mientras la informalidad siga siendo la norma para millones de personas.
Fuente: El Heraldo de México