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29 de julio de 2025 a las 09:45
Libérate y vive: Tu salud, tu decisión.
La capacidad de decidir sobre nuestro propio cuerpo, sobre cuándo y cómo formar una familia, es un pilar fundamental de la libertad individual. En México, el acceso a la anticoncepción gratuita y segura no es solo una política pública, es una inversión en el futuro, un compromiso con la equidad y una herramienta para construir una sociedad más justa. Imaginemos un país donde cada joven tenga la información y las herramientas necesarias para tomar decisiones informadas sobre su sexualidad, donde la maternidad sea una elección y no una imposición, donde la planificación familiar sea una práctica común y no un tabú. Ese es el México que estamos construyendo.
El camino, sin embargo, no está exento de desafíos. Persisten mitos y prejuicios que obstaculizan el acceso a la anticoncepción. Falsas creencias sobre la infertilidad causada por los anticonceptivos hormonales, restricciones infundadas sobre el uso del DIU, e ideas erróneas que vinculan la vasectomía con la pérdida de virilidad, son solo algunos ejemplos de la desinformación que debemos combatir. Desde el Centro Nacional de Equidad de Género, Salud Sexual y Reproductiva (CNEGSSR) trabajamos incansablemente para desmentir estas falsedades y promover información basada en la evidencia científica. Nuestro compromiso es claro: brindar información veraz y accesible a todas las personas.
La labor del CNEGSSR se extiende a lo largo y ancho del país, en coordinación con los servicios estatales de salud. Nos esforzamos por garantizar que cada unidad médica cuente con personal capacitado, métodos anticonceptivos disponibles y un ambiente de respeto y confidencialidad. Creemos firmemente que el acceso a la anticoncepción es un derecho, no un privilegio, y debe ser garantizado sin condiciones. La gratuidad de los métodos anticonceptivos es un componente esencial de este derecho, eliminando barreras económicas y facilitando el acceso a todas las personas, independientemente de su situación socioeconómica.
La anticoncepción no es un asunto exclusivo de las mujeres, es una responsabilidad compartida. Involucra a hombres y mujeres por igual, en un acto de autocuidado y de planificación conjunta. Es una herramienta fundamental para prevenir embarazos no deseados, reducir la mortalidad materna, evitar abortos inseguros y, sobre todo, para garantizar que la maternidad y la paternidad sean decisiones conscientes y deseadas. Hablar abiertamente sobre anticoncepción, sin miedo ni prejuicios, es un paso crucial para construir una sociedad más informada y responsable.
En la era digital, la información fluye a una velocidad vertiginosa, pero no siempre es precisa. Por eso, es fundamental promover el pensamiento crítico y fomentar la consulta de fuentes confiables. La salud sexual y reproductiva no puede ser rehén de la desinformación. Necesitamos recuperar el valor de hablar sobre estos temas con base en la evidencia científica, desterrando mitos y promoviendo el diálogo abierto y respetuoso. Planificar no significa renunciar, significa elegir. Elegir con libertad, con información, con apoyo y con acceso a servicios de calidad. Ese es el compromiso que asumimos desde el sector salud, un compromiso que no podemos fallar.
Fuente: El Heraldo de México