
30 de julio de 2025 a las 02:00
Joven arrestado por lesionar a niño con piedra
La tranquilidad de una tarde de verano en Hermosillo, Sonora, se vio brutalmente interrumpida el pasado 26 de julio. Un acto de vandalismo, aparentemente sin sentido, ha dejado a una familia con la angustia de ver a su hija de 13 años luchando por su vida. La Fiscalía General de Justicia del Estado ha informado sobre la detención de un adolescente, cuya identidad se mantiene resguardada por ley, acusado de lanzar piedras contra vehículos en movimiento, una de las cuales impactó a la menor causándole un traumatismo craneoencefálico severo.
Imaginen la escena: el tráfico fluyendo con normalidad en la esquina de Enguerrando Tapia y Palo Fierro. De pronto, una lluvia de piedras rompe la calma. Conductores sorprendidos frenan bruscamente, el sonido del cristal rompiéndose se mezcla con los gritos de alarma. Dentro de un Chevrolet Sonic modelo 2015, una familia vive segundos de terror. Una roca atraviesa el medallón trasero e impacta directamente en la cabeza de una niña de 13 años. El pánico se apodera del vehículo. La sangre, el llanto, la desesperación. Una escena que ningún padre debería presenciar.
La Fiscalía detalla que el adolescente imputado no actuaba solo. Otro joven, también menor de edad, lo acompañaba en este acto vandálico. ¿Qué motivó a estos jóvenes a cometer semejante atrocidad? ¿Simple aburrimiento? ¿Un reto viral mal concebido? ¿La influencia de un entorno social desfavorable? Las preguntas se acumulan mientras la comunidad hermosillense exige justicia.
Mientras la menor lucha por su vida en un hospital, el adolescente responsable enfrenta las consecuencias de sus actos. Ha sido internado en un centro especializado, donde se llevará a cabo el proceso judicial que determinará su responsabilidad penal. La Fiscalía, actuando bajo la perspectiva de niñez y los principios de protección, no intervención y justicia restaurativa, busca no solo castigar al culpable, sino también comprender las causas que lo llevaron a cometer este delito y, de ser posible, reintegrarlo a la sociedad.
Este caso nos obliga a reflexionar sobre la importancia de la atención a la adolescencia. ¿Qué estamos haciendo como sociedad para prevenir este tipo de conductas? ¿Qué fallas existen en nuestro sistema que permiten que jóvenes se vean involucrados en actos violentos? La respuesta es compleja y requiere un análisis profundo de las problemáticas sociales que afectan a nuestra juventud.
Más allá de la indignación y el clamor por justicia, este lamentable suceso debe servir como un llamado a la acción. Un llamado a fortalecer los lazos familiares, a promover la educación en valores y a crear espacios seguros para nuestros jóvenes. Solo así podremos evitar que tragedias como esta se repitan. La vida de una niña pende de un hilo, y la comunidad hermosillense espera que se haga justicia, pero también espera que se tomen medidas para prevenir que otros jóvenes sigan el mismo camino. El futuro de nuestros hijos depende de ello.
Fuente: El Heraldo de México