
29 de julio de 2025 a las 09:45
Chicharito x PUMA: La Nueva Garra
La polémica desatada por las declaraciones de Javier "Chicharito" Hernández no se limita a un simple desliz verbal de un futbolista veterano. Trasciende el ámbito deportivo y nos obliga a analizar con mayor profundidad el impacto de las palabras de una figura pública con una audiencia millonaria en redes sociales. Un personaje con semejante alcance puede, consciente o inconscientemente, convertirse en un vehículo de ideas retrógradas, legitimar políticas cuestionables o incluso instigar linchamientos mediáticos. Por ello, la crítica y el cuestionamiento público son no solo válidos, sino necesarios.
Es importante recordar que la trayectoria de un deportista de élite no se construye en solitario. Detrás de cada figura como el Chicharito, existe una compleja red de apoyo conformada por sus equipos y patrocinadores. Estas dos columnas vertebran su carrera, aportando recursos económicos, visibilidad y una base masiva de seguidores. Este entramado explica cómo, a pesar de su edad y un rendimiento deportivo decreciente, el Chicharito mantiene su estatus de celebridad.
Precisamente, son estas dos columnas, las Chivas de Guadalajara y la marca deportiva PUMA, las que se ven directamente afectadas por la controversia. No se trata de la imagen personal del futbolista, sino del impacto en la reputación de las entidades que lo respaldan. En el caso de las Chivas, los rumores sobre la rescisión de su contrato y la imposición de un curso de Igualdad de Género, aunque loables, resultan insuficientes. ¿Qué mensaje se transmite a las jóvenes aficionadas que admiran al Chicharito y ven su imagen engalanando el estadio? ¿Cómo se concilia la promoción del fútbol femenil con la tolerancia hacia actitudes misóginas en la figura más representativa del club? ¿Qué medidas se tomarán en casos similares con jugadores menos mediáticos?
La respuesta de PUMA, por su parte, es un ejemplo de manual de cómo NO gestionar una crisis de comunicación. Su comunicado, repleto de generalidades sobre el respeto a las mujeres y la equidad de género, evita cuidadosamente mencionar al Chicharito. Se refieren a “recientes declaraciones en redes sociales” como si se tratara de un evento aislado y ajeno a su patrocinado. No hay un posicionamiento claro, ni una condena explícita, ni una explicación sobre las consecuencias que estas declaraciones tendrán en su relación con el futbolista. Si bien se aluden a “valores” corporativos, la omisión del nombre del Chicharito genera la impresión de una evasiva calculada. ¿Considera PUMA que Javier Hernández sigue siendo un embajador adecuado para su marca? ¿Estos son los modelos a seguir que desean proyectar a las nuevas generaciones de deportistas? ¿Se ha consultado a las deportistas femeninas patrocinadas por la marca sobre su opinión al respecto?
Más allá de las implicaciones económicas, que previsiblemente serán mínimas, el verdadero problema para PUMA es reputacional. Una marca de su envergadura tiene la capacidad de elegir cuidadosamente a sus representantes. Y en este caso, las acciones y declaraciones del Chicharito parecen contradecir los valores que PUMA pretende proyectar. La pregunta que queda en el aire es si la marca está dispuesta a asumir el costo de mantener su vínculo con un personaje cuya conducta pública genera tanta controversia. El silencio y la ambigüedad, lejos de apaciguar la situación, alimentan la percepción de una incongruencia entre el discurso y la práctica.
Fuente: El Heraldo de México