
28 de julio de 2025 a las 08:45
Salud niega vínculo entre vacuna y convulsiones
La incertidumbre y la preocupación se han apoderado de las redes sociales tras la viralización del testimonio de una madre en Puebla. Su relato, crudo y conmovedor, describe cómo su hijo de tan solo tres años sufrió una crisis convulsiva minutos después de recibir la vacuna triple viral en una jornada de vacunación en el Parque Central de Lomas de Angelópolis. La imagen del pequeño convulsionando, la angustia de la madre sintiendo la impotencia ante la situación, y la aparente falta de respuesta inmediata del personal médico presente, han generado un torbellino de reacciones, preguntas y, sobre todo, miedo.
El video, compartido en TikTok, ha alcanzado una audiencia masiva, convirtiéndose en el epicentro de un debate crucial sobre la seguridad de las vacunas, la preparación del personal sanitario en situaciones de emergencia y la transparencia en la gestión de estos incidentes. Más allá de las cifras de reproducciones y comentarios, lo que realmente impacta es la vulnerabilidad expuesta: la de una madre que busca respuestas y la de una comunidad que se pregunta si este caso aislado podría ser la punta del iceberg.
La Secretaría de Salud del estado de Puebla ha respondido con un comunicado oficial, buscando calmar las aguas y ofrecer su versión de los hechos. Según la entidad, no existe evidencia que vincule la vacuna directamente con la crisis convulsiva, atribuyendo el episodio a una caída accidental del menor. Además, aseguran que el personal de salud actuó conforme a los protocolos establecidos, brindando la atención necesaria en el sitio. Sin embargo, esta versión contrasta con el testimonio de la madre, quien afirma que la ayuda no llegó con la prontitud requerida.
Este desencuentro de narrativas abre un espacio para la especulación y la desconfianza. ¿Se siguieron realmente todos los protocolos? ¿Estaba el personal debidamente capacitado para manejar una emergencia de este tipo? ¿Se ha investigado a fondo el incidente o se busca simplemente minimizar el impacto mediático? Estas son solo algunas de las interrogantes que flotan en el aire, alimentando la conversación en redes sociales y generando un clima de incertidumbre.
La solicitud de videos de seguridad y de los documentos clínicos del menor por parte de las autoridades es un paso importante para esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades. Sin embargo, la transparencia en este proceso es fundamental. La comunidad necesita información clara, precisa y accesible para poder formarse una opinión objetiva y recuperar la confianza en las instituciones sanitarias. Este caso, más allá de su desenlace particular, nos recuerda la importancia de la comunicación efectiva entre las autoridades y la ciudadanía, especialmente en temas tan sensibles como la salud pública.
Mientras la investigación sigue su curso, el debate en redes sociales continúa. La historia de esta madre y su hijo se ha convertido en un símbolo de la inquietud que muchos padres sienten ante la vacunación. Es crucial que las autoridades sanitarias no solo investiguen a fondo este caso, sino que también aprovechen la oportunidad para reforzar la comunicación y la transparencia en torno a las vacunas, abordando las preocupaciones de la población y promoviendo la confianza en la ciencia y en los profesionales de la salud. Solo así podremos construir un futuro donde la salud pública sea sinónimo de seguridad y tranquilidad para todos.
Fuente: El Heraldo de México