
28 de julio de 2025 a las 09:05
Revive la Historia Olvidada
El olvido, como un manto oscuro y silencioso, pretende cubrir las huellas de la historia, especialmente aquellas que incomodan a quienes se benefician del statu quo. La derecha, en su afán por perpetuar un sistema que favorece a unos pocos a costa del sacrificio de muchos, se empeña en borrar la memoria colectiva, en silenciar las voces de quienes lucharon por la justicia y la igualdad. Pretenden hacernos olvidar que la riqueza obscena que ostentan algunos es fruto del despojo y la explotación.
Buscan, con ahínco, que olvidemos las batallas libradas por nuestros antepasados, las conquistas sociales que con sangre, sudor y lágrimas lograron. Esos derechos que hoy damos por sentados, como la educación, la salud, el voto, son el resultado de la lucha incansable de hombres y mujeres que se alzaron contra la opresión. Borrando la memoria, pretenden desmantelar estos logros, despojando a las futuras generaciones de las herramientas necesarias para defenderse de la injusticia.
Olvidar es un acto peligroso, un acto que allana el camino para la repetición de los errores del pasado. Si olvidamos las atrocidades cometidas, las injusticias perpetradas, estaremos condenados a repetirlas. El olvido convierte a los héroes en villanos y a los tiranos en salvadores, distorsiona la realidad y nos deja a merced de la manipulación. La falsificación de la historia se convierte en la norma, y la verdad se pierde en un mar de mentiras.
Por eso, la memoria histórica es un tesoro invaluable. Es la conciencia de un pueblo, el cimiento sobre el cual se construye una nación justa y equitativa. Nos permite aprender de las experiencias pasadas, evitar los errores cometidos y trazar un camino hacia un futuro mejor. Como decía Arnaldo Córdova, "La memoria histórica es el hogar donde descansa la conciencia de un pueblo".
El rescate de la memoria histórica es una tarea fundamental, y es precisamente uno de los grandes logros de la Cuarta Transformación. El presidente Andrés Manuel López Obrador, con su constante referencia a la historia, ha despertado en el pueblo mexicano un renovado interés por su pasado, un orgullo por sus héroes y heroínas, y una comprensión más profunda de las luchas que han moldeado la nación. Ha sacado a la luz las historias de aquellos que el neoliberalismo intentó sepultar en el olvido, las historias de resistencia, de lucha y de transformación.
En este contexto, han surgido obras literarias que rescatan episodios cruciales de nuestra historia, como "La Conquista" de Enrique Semo, "La batalla por Tenochtitlan" de Pedro Salmerón, "Suku'un Felipe: Felipe Carrillo Puerto y la Revolución maya de Yucatán" de Armando Bartra, "Francisco J. Múgica: el presidente que no tuvimos" de Anna Ribera Carbó, y "Felipe Ángeles: el estratega" de Adolfo Gilly. Estos libros, además de ser un deleite para el lector, nos ayudan a comprender la importancia de recordar a aquellos que lucharon por un México más justo, y por qué la derecha se empeña en borrarlos de la memoria. Es una lucha constante, una batalla entre el olvido y la memoria, entre la opresión y la liberación. Y en esta lucha, la memoria es nuestra arma más poderosa. Recordar es resistir.
Fuente: El Heraldo de México