
28 de julio de 2025 a las 08:50
Fiscalía de Acapulco bajo fuego
La tranquilidad de la noche acapulqueña se vio brutalmente interrumpida por una ráfaga de violencia que ha dejado a la ciudad costera en estado de alerta. Un comando armado, con una precisión y potencia escalofriantes, desató un ataque feroz contra la comandancia de la Policía Investigadora Ministerial (PIM) y el Ministerio Público del sector Costa Azul. La imagen de la fachada acribillada, marcada por el impacto de más de 50 casquillos percutidos de armas largas, es un testimonio crudo de la audacia y la impunidad con la que operan estos grupos delictivos.
El eco de los disparos, que resonaron durante casi medio minuto, sembró el pánico entre los vecinos y transeúntes de la calle Juan Sebastián Elcano. Testigos presenciales describieron la escena como una película de acción, con cuatro individuos disparando indiscriminadamente desde un vehículo Nissan Tsuru blanco, sin placas. La primera ráfaga, de una duración estimada de 20 segundos, fue seguida por una maniobra evasiva del vehículo, que tras dar la vuelta en una gasolinera cercana, volvió a descargar sus armas contra las instalaciones ministeriales, para luego desaparecer en la oscuridad de la noche.
La magnitud del ataque no se limita únicamente a los daños materiales infligidos a la fachada del edificio. La lluvia de balas alcanzó un tanque de gas del restaurante “Costa Azul”, ubicado en la misma calle, provocando una fuga que puso en riesgo la vida de decenas de personas. La rápida respuesta de las autoridades, con el despliegue de un operativo conjunto de fuerzas federales y estatales, logró contener la situación y evitar una tragedia mayor. Durante más de dos horas y media, la zona permaneció acordonada mientras se llevaban a cabo las labores de peritaje y se buscaba a los responsables.
La Fiscalía General del Estado de Guerrero (FGE) ha confirmado la apertura de una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos y dar con los autores de este atentado. En un comunicado oficial, la FGE ha reiterado su compromiso con la seguridad de la ciudadanía y ha asegurado que no escatimará recursos para llevar a los responsables ante la justicia. Afortunadamente, y a pesar de la gravedad del ataque, no se registraron víctimas mortales ni heridos. Sin embargo, el incidente ha generado una profunda consternación en la comunidad acapulqueña, que una vez más se ve confrontada con la violencia que azota al estado de Guerrero.
Este atentado, perpetrado en una zona cercana a la emblemática avenida Costera Miguel Alemán, en plena Zona Dorada del puerto, pone de manifiesto la vulnerabilidad de las instituciones de seguridad y justicia frente al poderío del crimen organizado. La proximidad de las oficinas del Instituto Nacional de Migración, la sede de recaudación de finanzas número uno y la Fiscalía Especializada de Atención al Turista añade una dimensión aún más preocupante a este incidente. ¿Qué mensaje pretenden enviar los autores de este ataque? ¿Es una demostración de fuerza? ¿Una advertencia? ¿Un acto de intimidación? Estas son algunas de las preguntas que las autoridades deberán responder en el curso de la investigación. Mientras tanto, la ciudadanía acapulqueña exige respuestas y acciones concretas para garantizar su seguridad y tranquilidad.
La sociedad guerrerense se encuentra en un momento crucial, donde la lucha contra la impunidad y la violencia se convierte en una tarea impostergable. La colaboración ciudadana, la transparencia en las investigaciones y la aplicación de la ley sin concesiones son fundamentales para restablecer la confianza en las instituciones y construir un futuro más seguro para todos. El ataque a la comandancia de la PIM y el Ministerio Público en Costa Azul no debe quedar impune. Es un llamado a la acción para que la sociedad y las autoridades trabajen juntas en la construcción de un Acapulco en paz.
Fuente: El Heraldo de México