Logo
NOTICIAS
play VIDEOS

Inicio > Noticias > Fútbol Femenino

28 de julio de 2025 a las 12:50

¡España conquista Europa otra vez!

La euforia se desató en St. Jakob-Park, un estadio a reventar que vibró con cada toque, cada atajada, cada grito. Inglaterra, las Leonesas, rugieron con más fuerza que nunca para coronarse bicampeonas de la Eurocopa Femenil, dejando a España con la miel en los labios en una final que quedará grabada en la memoria colectiva. Un partido de ajedrez, de táctica y estrategia, donde la intensidad nunca decayó. España, la Roja, dueña del balón durante largos periodos, demostró el fútbol que la caracteriza: toque, posesión, valentía. Mariona Caldentey, con un cabezazo certero que besó las redes al minuto 25, encendió la llama de la ilusión en los corazones españoles. Parecía el preludio de una noche mágica, el comienzo de un reinado. Pero el fútbol, caprichoso y voluble, tenía otros planes.

Inglaterra, con la experiencia y la serenidad de quien ha estado en la cima, resistió los embates españoles. Con orden y disciplina táctica, capearon el temporal y esperaron su momento. Y llegó. Al minuto 57, Alessia Russo, con un testarazo imponente, igualó el marcador y silenció a la afición española. El partido se convirtió en un intercambio de golpes, en un duelo de titanes donde cada balón se disputaba como si fuera el último. España, a pesar de su dominio, no encontraba la precisión en el último toque, ese detalle que marca la diferencia entre la gloria y la decepción. Los ajustes de Montse Tomé, aunque bien intencionados, no lograron el efecto deseado. Claudia Pina y Salma Paralluelo, chispazos de talento en el ataque español, intentaron desequilibrar la balanza, pero la defensa inglesa se mostró impenetrable.

El tiempo reglamentario terminó con un empate que sabía a poco, un resultado que reflejaba la igualdad entre dos potencias del fútbol femenino. La prórroga, un drama aparte, mantuvo la tensión al límite. Ambos equipos, conscientes de lo que estaba en juego, buscaron el gol de la victoria con ahínco, pero el marcador se mantuvo inamovible. La lotería de los penaltis, cruel e impredecible, se encargaría de dictar sentencia. Y ahí, bajo los reflectores, emergió la figura de Hannah Hampton, la portera inglesa, convertida en heroína. Dos penaltis atajados, dos latidos detenidos en el tiempo, dos sueños rotos para España. Chloe Kelly, con la frialdad de una veterana, anotó el penalti decisivo que desató la locura en el bando inglés y la desolación en el español.

Inglaterra, con este triunfo, iguala a Noruega con dos Eurocopas en su palmarés, un logro que las consolida como una de las grandes del continente. Sin embargo, la sombra de Alemania, la reina indiscutible con ocho títulos, sigue siendo alargada. Para España, actual campeona del mundo, la derrota deja un sabor amargo. La oportunidad de completar un ciclo histórico, de añadir la Eurocopa a su vitrina, se esfumó en una noche agridulce. El sueño de un doblete histórico, de un reinado absoluto, tendrá que esperar. A pesar del dolor de la derrota, la Roja ha demostrado que está en la élite del fútbol femenino, que tiene el talento y la ambición para seguir luchando por los máximos honores. El futuro es prometedor, y la revancha, sin duda, será un objetivo prioritario. El camino hacia la gloria es largo y tortuoso, pero España, con la lección aprendida, volverá con más fuerza que nunca.

Fuente: El Heraldo de México