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28 de julio de 2025 a las 05:25
Accidente en Eje Central: Trolebús impactado, 7 heridos
La tranquilidad de la tarde del 27 de julio se vio abruptamente interrumpida por un estruendo metálico en el cruce de Eje Central Lázaro Cárdenas y José T. Cuellar. La escena: un coche compacto incrustado en el costado de un trolebús, un silencioso testigo de la imprudencia al volante. Siete personas, usuarias del transporte público, pagaron el precio de la temeridad de un conductor que, en una maniobra intempestiva, invadió el carril confinado del trolebús, obligando a este a frenar de golpe. La imagen del choque resonó en las redes sociales, acompañada de la indignación colectiva. Videos grabados por testigos muestran el caos posterior al impacto: pasajeros desorientados, algunos con visibles contusiones, el sonido de las sirenas de las ambulancias abriéndose paso entre el tráfico detenido.
Dos de los heridos, con lesiones de mayor consideración, tuvieron que ser trasladados a hospitales especializados para recibir atención médica más exhaustiva. Mientras tanto, los paramédicos atendieron en el lugar al resto de los afectados, evaluando sus heridas y brindando los primeros auxilios. El seguro del Sistema de Transportes Eléctricos (STE) actuó con prontitud, extendiendo pases médicos a todos los lesionados para garantizar la continuidad de su atención y cubrir los gastos derivados del incidente.
Este incidente vuelve a poner sobre la mesa la problemática de la invasión de los carriles confinados, una práctica peligrosa que pone en riesgo la vida de miles de personas que utilizan a diario el transporte público en la Ciudad de México. El Reglamento de Tránsito es claro al respecto: invadir estos carriles, destinados exclusivamente al Metrobús y al Trolebús, conlleva una sanción económica de hasta 6,224 pesos. A esta multa se le puede sumar la reducción de puntos en la licencia de conducir e incluso el remolque del vehículo al corralón.
Más allá de la sanción económica, lo que realmente importa es la concienciación ciudadana. El respeto a las normas de tránsito no es una opción, es una obligación. La seguridad vial es una responsabilidad compartida que exige prudencia, respeto y, sobre todo, la comprensión de que nuestras decisiones al volante pueden tener consecuencias irreparables en la vida de otras personas. ¿Vale la pena arriesgar la vida de otros, y la propia, por ahorrar unos segundos en el trayecto?
El STE, en su comunicado de prensa, hizo un llamado a la ciudadanía a respetar los carriles confinados y a conducir con responsabilidad. Recordó la importancia de ceder el paso a las unidades de transporte público y de mantener una distancia de seguridad prudencial. La prevención, al final del día, es la mejor herramienta para evitar tragedias como la ocurrida en Eje Central. Es hora de reflexionar sobre nuestras prácticas al volante y convertir la seguridad vial en una prioridad. La vida de todos, peatones, ciclistas y conductores, está en juego. ¿Qué estamos esperando para cambiar?
Fuente: El Heraldo de México