La indignación recorre las calles de Alvarado y se propaga como la pólvora en las redes sociales. Un video, testigo mudo de la crueldad, muestra a un joven, identificado como Jahaziel L. S., lanzando al aire a una gata indefensa, recién esterilizada. El acto, aparentemente realizado como una forma de entretenimiento perverso, ha conmocionado a la comunidad, que exige justicia y un castigo ejemplar para el responsable. Las imágenes, grabadas en la zona de Las Escolleras México, muestran la vulnerabilidad del animal, una felina en situación de calle que recientemente había sido sometida a una cirugía de esterilización como parte de una jornada comunitaria. Este detalle añade una capa de crueldad al incidente, pues la gata se encontraba en un estado delicado, recuperándose de la intervención. La preocupación por su salud tras el brutal lanzamiento se ha extendido entre los vecinos y usuarios de redes sociales, quienes no han tardado en manifestar su repudio ante semejante acto de barbarie.

El video, viralizado en cuestión de horas, ha desatado una ola de críticas y peticiones de acción. Colectivos animalistas y residentes de Alvarado han alzado la voz, exigiendo la intervención inmediata del Ayuntamiento y, específicamente, de las áreas encargadas de la protección y bienestar animal. Se espera una respuesta contundente por parte de las autoridades, que deben investigar a fondo el caso y aplicar las sanciones correspondientes. El hecho ha sido calificado unánimemente como maltrato animal, un delito que no puede quedar impune. Independientemente de la situación de calle de la gata, el acto de lanzarla al aire constituye una clara violación de sus derechos y una muestra de crueldad inaceptable. La pregunta que resuena en la comunidad es si este caso será tratado como una simple falta administrativa o como el delito que realmente es, conforme a la legislación local.

En Veracruz, el maltrato animal está tipificado como delito en el Código Penal estatal. Las sanciones previstas van desde seis meses hasta dos años de prisión, además de multas significativas. Sin embargo, en casos de extrema crueldad, donde el sufrimiento del animal se prolonga o se difunde a través de imágenes o videos, como en esta ocasión, las penas pueden ser aún mayores. Si el abuso provoca la muerte del animal, la sanción puede llegar hasta los tres años de prisión. La difusión del video, lejos de beneficiar al agresor, se convierte en una prueba irrefutable de su delito y un agravante que debe ser considerado por las autoridades.

Hasta el momento, el silencio del Ayuntamiento de Alvarado es ensordecedor. No se ha emitido ningún pronunciamiento oficial ni se ha confirmado si se iniciará un procedimiento legal contra Jahaziel L. S. Esta falta de respuesta alimenta la indignación de la comunidad, que espera una actuación rápida y eficaz por parte de la justicia. Mientras tanto, las denuncias por maltrato animal siguen abiertas. Se pueden realizar de forma anónima a través del número 089, operado por el C4 de la Secretaría de Seguridad Pública, garantizando la confidencialidad de quienes aporten información. También es posible presentar denuncias directamente en la Fiscalía Especializada en Delitos Ambientales y Contra los Animales, así como en el Centro de Salud Animal del municipio. La colaboración ciudadana es fundamental para que este tipo de actos no queden impunes y para construir una sociedad más justa y respetuosa con los animales. El caso de la gata lanzada al aire en Alvarado debe servir como un llamado a la reflexión y a la acción, para que la crueldad contra los animales deje de ser una realidad cotidiana y se convierta en una excepción castigada con todo el peso de la ley.