
Inicio > Noticias > Seguridad Laboral
26 de julio de 2025 a las 22:05
Tragedia: Trailero muere electrocutado al tocar cable de alta tensión.
La tragedia se cernió sobre una fábrica de químicos en Udaipur, Rajastán, India, cuando un conductor de camión, Ramlal Gadri, de 40 años, perdió la vida en un instante, víctima de una descarga eléctrica. El pasado martes 22 de julio, Gadri, tras completar la descarga de materia prima, subió a la tolva de su camión para doblar la lona que cubría el material. Un gesto cotidiano, parte de la rutina de su trabajo, se convirtió en una trampa mortal. Sin percatarse del peligro inminente, su cabeza rozó los cables de alta tensión que cruzaban el área, recibiendo una descarga fulminante que lo derribó sobre su propio vehículo.
Las cámaras de seguridad de la fábrica captaron la desgarradora escena, un testimonio silencioso de la fragilidad de la vida. La grabación, que ha circulado ampliamente en redes sociales, ha generado una ola de consternación y ha avivado un debate crucial sobre la responsabilidad en accidentes laborales como este.
La llegada de los servicios de emergencia, alertados por otros empleados, fue en vano. La intensidad de la descarga eléctrica había apagado la vida de Ramlal Gadri de manera instantánea. Las autoridades procedieron al levantamiento del cuerpo y se iniciaron las investigaciones pertinentes para esclarecer las circunstancias del accidente.
Más allá de la tragedia individual, la muerte de Ramlal Gadri plantea interrogantes que resuenan en la conciencia colectiva. ¿Quién es responsable de esta pérdida irreparable? Las voces se alzan, apuntando en diferentes direcciones. Algunos culpan al dueño de la fábrica por no proporcionar un entorno de trabajo seguro, libre de riesgos eléctricos. Otros señalan a la compañía eléctrica, argumentando la falta de aislamiento adecuado en su infraestructura. Y hay quienes atribuyen la responsabilidad al propio trabajador, por una supuesta falta de precaución y por no utilizar el equipo de seguridad necesario.
El debate se intensifica, poniendo en el foco la necesidad de revisar y reforzar las medidas de seguridad en los espacios laborales. ¿Son suficientes los protocolos actuales? ¿Se proporciona la formación adecuada a los trabajadores? ¿Existe una verdadera cultura de prevención de riesgos?
La tragedia de Ramlal Gadri no debe quedar como un simple registro en las estadísticas de accidentes laborales. Debe ser un llamado a la acción, un impulso para la implementación de medidas efectivas que garanticen la seguridad y protejan la vida de quienes día a día se esfuerzan por ganarse el sustento. Es una deuda pendiente con Ramlal Gadri y con todos aquellos que han perdido la vida en circunstancias similares. Un recordatorio de que la seguridad laboral no es un costo, sino una inversión vital.
Fuente: El Heraldo de México