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26 de julio de 2025 a las 06:10

Rescatista de Ana Amelí, atacado por cascabel

La angustia se palpa en el aire del Ajusco. Cada minuto que pasa, la esperanza se desvanece un poco más mientras la búsqueda de Ana Ameli, la joven de 19 años desaparecida desde el 12 de julio, continúa sin descanso. Pero la tragedia acecha incluso a aquellos que se dedican a brindar auxilio. En un giro inesperado y doloroso, un paramédico del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM), entregado a la noble tarea de encontrar a Ana Ameli, se convirtió en víctima de un ataque sorpresivo de una víbora de cascabel en el paraje conocido como “la Y”, en San Miguel Ajusco, alcaldía Tlalpan.

El veneno de la serpiente se clavó en el pulgar del rescatista, un recordatorio brutal de los peligros ocultos que acechan en la naturaleza, incluso para aquellos entrenados para enfrentarlos. La fortuna, sin embargo, jugó un papel crucial en este incidente. Los guantes de protección que portaba el paramédico amortiguaron el impacto del ataque, evitando una penetración más profunda del veneno y, posiblemente, salvando su vida. Aún así, la situación era crítica.

De inmediato se activó un protocolo de emergencia. Cada segundo contaba. El rugir de las aspas de un helicóptero Cóndor rompió el silencio del bosque. La aeronave, símbolo de esperanza y auxilio, descendió para realizar un traslado aeromédico urgente hacia un hospital privado en la alcaldía Coyoacán. La rapidez de la respuesta fue vital para contrarrestar los efectos del veneno.

La noticia corrió como la pólvora. La preocupación por el estado de salud del rescatista se sumó a la angustia por la joven desaparecida. Las redes sociales se inundaron con mensajes de apoyo y solidaridad, reconociendo la valentía y dedicación de quienes arriesgan sus vidas para salvar a otros. #BoletínSSC, #Traslado y #Cóndores se convirtieron en etiquetas virales, testimonio del impacto del incidente en la opinión pública.

Tras la primera atención en el hospital privado, el paramédico fue trasladado por tierra a otro centro médico especializado ubicado en avenida Patriotismo. Allí, bajo el cuidado de expertos, recibe atención especializada para contrarrestar los efectos del veneno. Las últimas noticias reportan su estado de salud como estable, un alivio para todos aquellos que seguían con atención su evolución.

Mientras tanto, en el lugar del incidente, personal de la Brigada de Vigilancia Animal se desplegó para capturar al ejemplar de serpiente. El reptil, responsable del ataque, fue asegurado para su valoración y resguardo, un procedimiento necesario para garantizar la seguridad de la zona y prevenir futuros incidentes.

Este suceso, aunque desafortunado, pone de manifiesto la complejidad y los riesgos inherentes a las labores de rescate en entornos naturales. Es un recordatorio de la dedicación y el sacrificio de los hombres y mujeres que se enfrentan a peligros constantes para proteger a la comunidad. Y mientras la búsqueda de Ana Ameli continúa, la historia del paramédico mordido por la víbora de cascabel se convierte en un símbolo de la lucha constante contra la adversidad y la esperanza que se aferra incluso en los momentos más oscuros. ¿Lograrán encontrar a Ana Ameli? La incertidumbre persiste, pero la búsqueda no cesa. Cada pista, cada indicio, cada prenda encontrada alimenta la llama de la esperanza, la misma que impulsa a los rescatistas a seguir adelante, a pesar de los riesgos, en su incansable labor de traer de vuelta a casa a la joven desaparecida.

Fuente: El Heraldo de México