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26 de julio de 2025 a las 23:50
El lado oscuro del color favorito
Adentrémonos en el fascinante universo del color, un mundo que va mucho más allá de la simple estética. Imaginen por un instante un mundo en blanco y negro, desprovisto de la vibrante paleta que nos rodea. ¿Sería igual la experiencia de saborear una jugosa fresa, de contemplar un atardecer en la playa o de sentir la frescura de un bosque después de la lluvia? La respuesta, indudablemente, es no. El color tiñe nuestras emociones, moldea nuestras percepciones y, como veremos a continuación, incluso puede revelar aspectos ocultos de nuestra personalidad.
La psicología del color, una disciplina en constante evolución, nos desvela la intrincada relación entre los tonos cromáticos y nuestros procesos mentales. No se trata de una simple asociación arbitraria, sino de una conexión profunda, arraigada en nuestra biología y cultura. El azul, por ejemplo, evoca la inmensidad del océano y la serenidad del cielo, transmitiendo calma y confianza. Por otro lado, el rojo, el color de la sangre y el fuego, despierta sensaciones de pasión, energía e incluso peligro.
Pero, ¿qué sucede con los colores más oscuros, aquellos que a menudo se asocian con el misterio, la sofisticación e incluso la rebeldía? En particular, el negro, un color que ha cautivado y desconcertado a lo largo de la historia, se ha convertido en objeto de estudio dentro de la psicología de la personalidad. Estudios recientes han explorado la conexión entre la preferencia por el negro y la "Tríada Oscura", un conjunto de rasgos de personalidad que incluyen el narcisismo, el maquiavelismo y la psicopatía. Los resultados, aunque preliminares, son reveladores.
Las personas con una inclinación hacia estos rasgos, a menudo muestran una predilección por el negro, utilizándolo como una herramienta para proyectar poder, control e incluso intimidación. Imaginen a un ejecutivo vestido impecablemente de negro, transmitiendo una imagen de autoridad y dominio. O piensen en un artista que utiliza el negro para expresar la profundidad de sus emociones y la complejidad de la condición humana. El negro, en estas instancias, se convierte en un símbolo de distinción, un escudo protector y una forma de comunicación no verbal.
Sin embargo, es importante matizar estas interpretaciones. El negro, como cualquier otro color, posee múltiples significados y su preferencia no implica necesariamente la presencia de rasgos oscuros de personalidad. En el mundo de la moda, por ejemplo, el negro es sinónimo de elegancia y atemporalidad. Un "pequeño vestido negro" es un clásico indispensable en cualquier armario, y un traje negro es la elección predilecta para ocasiones formales.
La clave, como en muchos aspectos de la psicología, reside en el contexto y la intensidad de la preferencia. Si bien el negro puede ser un símbolo de poder y sofisticación, una fijación excesiva con este color, en detrimento de otros tonos, puede ser un indicio de aspectos psicológicos que merecen ser explorados. Al igual que un camaleón adapta su color al entorno, nosotros utilizamos los colores para expresar nuestra personalidad y nuestros estados de ánimo. Aprender a descifrar este lenguaje cromático nos abre una ventana al complejo mundo de la mente humana.
Fuente: El Heraldo de México