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25 de julio de 2025 a las 05:25
Tláhuac inundado: Lluvias colapsan oriente CDMX
La tarde de este jueves, el cielo se abrió sobre el suroriente de la Ciudad de México, descargando una furia líquida que transformó calles en ríos y avenidas en lagunas. Tláhuac, una vez más, se encuentra en el ojo del huracán, con vecinos luchando contra las inundaciones que se han adueñado de sus colonias. Imaginen el panorama: 2,000 metros cuadrados bajo el agua en la calle Pablo Banuet, en Conchita Zapotitlán. Una extensión equivalente a dos campos de fútbol, inundada, con el agua alcanzando niveles preocupantes. Los bomberos, esos héroes anónimos que siempre están en la primera línea de batalla contra los embates de la naturaleza, trabajan incansablemente, extrayendo el agua con bombas, luchando contra el reloj y contra la inclemencia del tiempo.
En Santiago Sur, la calle Castulo García se convirtió en un espejo gigante, reflejando el cielo plomizo y la angustia de sus habitantes. Lo mismo ocurrió en la calle Tomás Carrasquilla, en Zapotitlán. En ambos casos, 1,500 metros cuadrados sucumbieron ante la fuerza del agua, dejando a su paso un rastro de caos y desesperación. Incluso zonas que usualmente se libran de estas anegaciones, como la Privada Acueducto en Zacatenco, no escaparon a la furia de la lluvia, con 100 metros cuadrados cubiertos por el agua.
La Nopalera, un nombre que evoca la resistencia de la vegetación ante las condiciones más adversas, también fue testigo de la implacable lluvia. Allí, el agua alcanzó los 50 centímetros de altura, una medida que, si bien no parece excesiva, es suficiente para generar importantes estragos, dañando muebles, electrodomésticos y dejando un olor a humedad que persistirá durante días.
La avenida Muzio Clementi, usualmente un hervidero de actividad, se transformó en una trampa para los automovilistas. Vehículos varados, con el agua llegando hasta las puertas, son una imagen recurrente en esta jornada de caos. Los conductores, atrapados en medio de la tormenta, esperan con paciencia, o quizás con desesperación, a que las aguas bajen y puedan retomar su camino.
Ante la magnitud de la contingencia, la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC) activó la Alerta Naranja para seis alcaldías: Coyoacán, Iztapalapa, Magdalena Contreras, Tláhuac, Tlalpan y Xochimilco. Una alerta que significa peligro, que llama a la precaución, que nos recuerda la fragilidad de la vida ante la fuerza de la naturaleza. La noche se presenta larga y la madrugada del viernes se vislumbra incierta. La lluvia persiste y la amenaza del granizo se cierne sobre la ciudad.
La recomendación de las autoridades es clara: evitar zonas inundadas, no cruzar calles con corrientes de agua, mantenerse informados a través de los canales oficiales. La solidaridad, la prudencia y la preparación son nuestras mejores armas en estos momentos. Mantengámonos unidos, apoyémonos mutuamente y esperemos que la furia de la naturaleza ceda pronto, dejando tras de sí la calma y la esperanza de un nuevo amanecer.
Fuente: El Heraldo de México