
26 de julio de 2025 a las 00:45
Ismael Burgueño, el alcalde favorito de Baja California
En un panorama político nacional a menudo turbulento, la figura de Ismael Burgueño, alcalde de Tijuana, brilla con luz propia. Con un sólido 51.5% de aprobación, no solo lidera las encuestas en Baja California, sino que se posiciona como un referente a nivel nacional, codeándose con figuras de la talla de Cruz Pérez en Juárez, Aleida Alavez en Iztapalapa y Antonio Astiazarán en Hermosillo. Este logro no es producto de la casualidad, sino de una gestión pública centrada en las necesidades reales de los tijuanenses.
Mientras otros alcaldes luchan contra la desaprobación ciudadana, Burgueño ha sabido conectar con la gente. Su constante comunicación con la población, lejos de los discursos vacíos, se traduce en acciones concretas que impactan positivamente en la vida diaria de los ciudadanos. El programa "Tijuana, Ciudad Limpia" es un ejemplo palpable de este compromiso. No se limita a un simple eslogan, sino que se materializa en la rehabilitación de calles, como las recientes obras en la colonia Antorchista 2 de Marzo de San Antonio de los Buenos, donde se rehabilitaron 2 mil metros cuadrados de vialidades. Estas acciones, que podrían parecer pequeñas, son las que construyen la confianza y el respaldo ciudadano.
La seguridad, un tema crucial en una ciudad fronteriza como Tijuana, ha sido una prioridad para Burgueño. A través de operativos coordinados, acciones preventivas y el fortalecimiento de las instituciones, se ha logrado una disminución tangible en la percepción de inseguridad. No se trata de maquillar las cifras, sino de un trabajo constante y estratégico que brinda resultados palpables para la tranquilidad de las familias tijuanenses.
Pero la gestión de Burgueño no se limita a la seguridad. El desarrollo social es otro pilar fundamental de su administración. La implementación de políticas que priorizan el acceso a servicios básicos, programas comunitarios y apoyo a los sectores más vulnerables ha generado un impacto real en la calidad de vida de los ciudadanos. Esta cercanía con las necesidades de la gente, esta capacidad de escuchar y responder, es lo que diferencia a Burgueño y lo consolida como un líder.
El mejoramiento urbano también es una pieza clave en el rompecabezas de la transformación de Tijuana. Las inversiones en infraestructura vial, la creación de espacios públicos y la mejora del alumbrado no son simples obras cosméticas, sino inversiones que impactan directamente en el bienestar de la comunidad. Una ciudad más iluminada es una ciudad más segura. Una ciudad con mejores calles es una ciudad más próspera.
La encuesta realizada por Consulta Mitofsky en junio de 2025 no hace más que confirmar lo que los tijuanenses ya saben: Ismael Burgueño es un alcalde que trabaja, que escucha y que cumple. Su liderazgo no se basa en la imposición, sino en la construcción de un futuro mejor para todos. En un contexto nacional donde la confianza en la política a menudo flaquea, la figura de Burgueño se erige como un ejemplo de que la buena gestión pública es posible. Su éxito no es solo suyo, sino de una ciudad que ha decidido apostar por el progreso y la transformación.
Fuente: El Heraldo de México