
25 de julio de 2025 a las 13:25
Guía definitiva para escalar el Iztaccíhuatl con seguridad
La trágica historia de Paolo Sánchez Carrasco, el joven de 14 años que perdió la vida en las heladas laderas del Iztaccíhuatl, nos recuerda la implacable fuerza de la naturaleza y la vital importancia de la preparación al enfrentarnos a ella. Su último video, un testimonio desgarrador de su creciente temor ante la inminente noche glacial, es una llamada de atención que resuena en la comunidad montañista y más allá. Nos obliga a reflexionar sobre la delgada línea que separa la aventura de la imprudencia, y la necesidad imperante de respeto y conocimiento al adentrarnos en estos majestuosos, pero peligrosos, escenarios.
El Iztaccíhuatl, la "Mujer Dormida", con sus 5,220 metros de altura, se yergue como un imán para alpinistas de todo el mundo. Su imponente silueta, cubierta de nieve eterna, representa un desafío irresistible para quienes buscan conquistar las alturas. Sin embargo, esta belleza esconde un rostro gélido y despiadado. Las bajas temperaturas, que descienden implacablemente a medida que se asciende, son una amenaza constante, capaz de arrebatar la vida en cuestión de horas. La hipotermia, ese enemigo silencioso que se apodera del cuerpo, fue la causa del fatal desenlace de Paolo. Su chaqueta, insuficiente para combatir el frío extremo, se convirtió en un triste recordatorio de la precariedad de la vida frente a la furia de la naturaleza.
No basta con la valentía y el deseo de alcanzar la cima. La montaña exige respeto, preparación y conocimiento. El Iztaccíhuatl, como cualquier pico de gran altitud, presenta desafíos que van más allá del esfuerzo físico. El mal de montaña, las caídas, las condiciones climáticas impredecibles, son factores que pueden convertir una emocionante aventura en una tragedia. La experiencia y el equipo adecuado son esenciales para mitigar estos riesgos. Un sleeping bag, en el caso de Paolo, podría haber marcado la diferencia entre la vida y la muerte.
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) ha emitido una serie de recomendaciones para quienes se aventuran a escalar el Iztaccíhuatl, enfatizando la importancia de la planificación y la preparación. Conocer las técnicas de caminata adecuadas, consultar mapas y rutas, informarse sobre las condiciones climáticas y, sobre todo, contar con el acompañamiento de guías especializados y certificados, son medidas cruciales para garantizar una experiencia segura.
La tragedia de Paolo debe servir como un llamado a la conciencia. No se trata de desalentar la exploración y el contacto con la naturaleza, sino de promover una cultura de responsabilidad y respeto. La montaña nos ofrece su belleza y sus desafíos, pero demanda a cambio preparación, humildad y la comprensión de que, ante su inmensidad, somos pequeños y vulnerables. Escalar una montaña no es un juego, es un compromiso con la propia seguridad y con la vida.
Fuente: El Heraldo de México