Logo
NOTICIAS
play VIDEOS

Inicio > Noticias > Política

25 de julio de 2025 a las 09:10

El lado oscuro del poder

La sombra de la corrupción se extiende sobre el paraíso tropical de Tabasco, manchando la imagen impoluta que el gobierno de la 4T se esforzaba por proyectar. El caso del "Comandante H", Hernán Bermúdez Requena, ex secretario de seguridad durante la gestión de Adán Augusto López Hernández, resulta un golpe directo al discurso de honestidad y transparencia que ha caracterizado al movimiento. ¿Cómo es posible que un personaje acusado de liderar una organización criminal como "La Barredora", dedicada a actividades tan viles como el huachicol, la trata de personas y la extorsión, haya ocupado un puesto tan sensible dentro del gobierno estatal? La incredulidad se mezcla con la indignación al conocer los detalles de este caso, que nos recuerda las peores épocas de la política mexicana, donde la impunidad y el abuso de poder campaban a sus anchas.

La estrategia de Adán Augusto López Hernández, "hermano" del ex presidente y figura clave dentro de Morena, ha sido la del silencio y el ocultamiento. Tras la revelación del escándalo, desapareció de la escena pública, refugiándose en el calor del abrazo morenista, que coreaba al unísono "¡no estás solo!". Un gesto de solidaridad que resulta contradictorio, considerando la severidad de las acusaciones y la necesidad de una investigación exhaustiva que esclarezca los hechos. ¿Acaso la lealtad partidista se antepone a la justicia y a la verdad?

Aplicar la misma lógica que Adán Augusto ha utilizado para juzgar a figuras políticas del pasado, como Felipe Calderón en el caso García Luna, resulta inevitable. Si la premisa es que "el jefe sabía", entonces resulta difícil creer que el entonces gobernador de Tabasco desconociera las actividades ilícitas de su secretario de seguridad, una persona de su máxima confianza a quien le entregó las llaves del estado. El argumento de la ignorancia suena a pretexto, a un intento desesperado por eludir la responsabilidad que le corresponde.

La trama se complica aún más al descubrir la posible infiltración de "La Barredora" en el proyecto insignia del gobierno federal: el Tren Maya. Utilizar una obra de infraestructura tan importante para fines delictivos, como el tráfico de huachicol, es una muestra de la audacia y el poder que esta organización criminal había alcanzado. Además, las denuncias públicas apuntan a una red de complicidades que se extiende a otros estados de la región, involucrando a exfuncionarios y personajes relacionados con la 4T. ¿Hasta dónde llegan los tentáculos de la corrupción?

Mientras tanto, la justicia mexicana actúa con una lentitud exasperante. La tardanza en emitir la orden de aprehensión y en poner en marcha el operativo para capturar al "Comandante H" genera suspicacias. ¿Acaso existen presiones políticas que obstaculizan el curso de la justicia? La ciudadanía exige respuestas y espera que la ley se aplique con rigor, sin importar el color político o las influencias de los implicados.

La ironía del destino es palpable. Los videos de Adán Augusto acusando a Felipe Calderón con la frase "Calderón sabía", resuenan ahora con un eco perturbador. La 4T, que se erigió como la abanderada de la lucha contra la corrupción, se ve ahora enfrentada a un escándalo que pone en entredicho su propia credibilidad. ¿Será capaz el gobierno de actuar con contundencia y depurar las filas de su propio movimiento? El futuro de la 4T y la confianza de la ciudadanía dependen de la respuesta a esta pregunta. Este caso, digno de una novela de ficción, nos recuerda que las relaciones peligrosas y la corrupción son males endémicos que trascienden los colores políticos.

Fuente: El Heraldo de México