La ola de violencia que azotó Tula el fin de semana pasado, culminando con el asesinato de dos valientes policías investigadores de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH), ha tenido una respuesta contundente por parte de las autoridades. En un operativo conjunto que desplegó la fuerza combinada de la Secretaría de Seguridad Pública estatal (SSPH), la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano, se logró la captura de cinco presuntos miembros de la peligrosa organización criminal conocida como “Los H”, señalados como los principales responsables de este atroz crimen.

El encargado de despacho de la PGJEH, Francisco Hernández, informó a la ciudadanía sobre este importante golpe al crimen organizado, detallando la magnitud del operativo realizado en el municipio de Atitalaquia. No se trató de una simple detención, sino de una acción meticulosamente planeada que resultó en el aseguramiento de un arsenal de guerra. Imaginen, más de 700 cartuchos de diferentes calibres, armas de uso exclusivo del Ejército, y un considerable alijo de drogas, incluyendo marihuana, cocaína y cristal, fueron confiscados en el lugar. Esto nos da una idea del poder de fuego que esta organización criminal manejaba y del peligro que representaba para la seguridad de los hidalguenses.

La investigación, lejos de detenerse con estas capturas, se ha extendido a lo largo y ancho del territorio estatal. Nueve cateos simultáneos se llevaron a cabo en diferentes municipios, confirmando la presencia de “Los H” en Atitalaquia, un punto estratégico para sus operaciones de narcomenudeo y huachicoleo, actividades ilícitas que se extienden principalmente hacia el sur de Hidalgo y el Estado de México. Este descubrimiento subraya la complejidad de la red criminal y la necesidad de una respuesta coordinada entre las distintas instancias de seguridad.

Recordemos los trágicos eventos del fin de semana. Tres agentes de la PGJEH, en cumplimiento de su deber, se encontraban investigando una presunta casa de seguridad cuando fueron emboscados por un grupo armado. El resultado fue devastador: dos oficiales perdieron la vida en el ataque, dejando un vacío irreparable en la institución y en sus familias. Este acto de barbarie no quedará impune.

El fiscal interino Hernández enfatizó la importancia de la desarticulación de estas células delictivas que operan en el estado, destacando la colaboración estrecha con las autoridades federales para combatir la delincuencia. La reacción violenta de estos grupos, atacando a las fuerzas del orden, es una muestra desesperada por intimidar y frenar los operativos en la región sur. Sin embargo, las autoridades se mantienen firmes en su compromiso de proteger a la ciudadanía y llevar ante la justicia a todos aquellos que atenten contra la paz y la seguridad. La lucha contra el crimen organizado es una tarea ardua y compleja, pero con la determinación y la coordinación demostrada en este operativo, se envía un mensaje claro: el Estado de derecho prevalecerá. La investigación continúa y se espera que en los próximos días se den a conocer más detalles sobre las actividades de “Los H” y la red de complicidades que les permitía operar. La sociedad hidalguense exige justicia y las autoridades están comprometidas a brindarla.